La cantante y compositora estadounidense Billie Eilish, de 22 años de edad, estuvo como invitada en el podcast “Creativo” del youtuber mexicano Roberto Martínez. Durante la charla, la ganadora de varios Premios Grammy, habló sobre la parálisis del sueño que padece desde hace varios años, mencionando que sus problemas para dormir le han causado terribles pesadillas y ha llegado a sentirse aislada.
El creador de contenidos Roberto Martínez, le preguntó a Billie Eilish sobre el origen del título de su primer álbum de estudio “When We All Fall Asleep, Where Do We Go?” («Cuando todos nos dormimos, ¿a dónde vamos?»), lanzado en el 2019. La cantante contó que desde hace tiempo ha tenido problemas para dormir, ya que padece parálisis del sueño. “Siempre he tenido una dura y larga relación con el sueño, que ha mejorado, pero cuando era más joven, tuve muchas pesadillas y tuve algunas parálisis del sueño y todavía las tengo”.
Debido a esto, a Billie Eilish, originaria de Los Ángeles, California, no le gusta dormir y durante la madrugada prefiere hacer otras cosas. «Me costaba mucho dormir, sinceramente, al día de hoy, de verdad, no me gusta dormir, preferiría hacer cualquier otra cosa. Cuando estoy durmiendo, lo disfruto y no quiero despertar, pero no me gustan los finales, podría estar tan cansada, podrían ser las 04:00 a.m. y yo estoy como ‘¿qué vamos a hacer?'».
¿Qué es la parálisis de sueño, trastorno que padece Billie Eilish?
La parálisis del sueño es un trastorno que ocurre durante las transiciones entre el sueño y la vigilia. Se caracteriza por la incapacidad temporal para moverse o hablar al despertarse o al quedarse dormido, aunque la persona esté consciente de su entorno. Estos episodios pueden durar desde unos pocos segundos hasta varios minutos, y suelen ir acompañados de alucinaciones auditivas, visuales o táctiles, lo que puede generar una intensa sensación de miedo o ansiedad.
Los síntomas de la parálisis del sueño pueden ser alarmantes y suelen incluir:
- Incapacidad para moverse o hablar al despertar o al quedarse dormido
- Sensación de presión en el pecho
- Alucinaciones auditivas, visuales o táctiles
- Sensación de miedo o pánico
- Dificultad para respirar, aunque esta es una percepción subjetiva y no implica problemas respiratorios reales