Seis personas fueron detenidas en la noche del lunes (5.08.2024) en otra jornada de disturbios en protestas en algunas ciudades del Reino Unido, tras el apuñalamiento de varios menores y dos adultos en el que murieron tres niñas. Agentes de la Policía fueron atacados con piedras y bombas incendiarias, con lo que son ya más de 370 los arrestados desde que estalló la violencia en Inglaterra e Irlanda del Norte, el pasado 30 de julio.
Las últimas revueltas, instigadas por grupos de extrema derecha como la Liga de Defensa Inglesa (EDL, en inglés), tuvieron lugar en Plymouth, en el suroeste de Inglaterra; el sur de Belfast, en Irlanda del Norte, y Darlington (norte inglés).
En Plymouth, seis personas fueron detenidas por «desorden público», según la Policía, cuando las fuerzas del orden trataron de mantener apartados a dos grupos contrarios, uno contrarios a la inmigración y contra el islam, y el otro, antiracista.
En Belfast, los agentes también fueron atacados con piedras y bombas incendiarias en el área de Sandy Row, sur de la ciudad, cerca de un supermercado que fue incendiado el pasado fin de semana.
Asimismo, en Darlington, unos manifestantes, en su mayoría hombres, provocaron disturbios cuando arrojaron ladrillos contra los agentes que trataban de mantener la seguridad de la ciudad.
Revueltas en Birmingham
Otra ciudad donde hubo revueltas fue en Birmingham, en el centro de Inglaterra, una localidad con una importante comunidad de origen indio, donde un pub y varios automóviles fueron daños por un grupo de alborotadores que llevaban el rostro cubierto.
Inglaterra e Irlanda del Norte llevan una semana con continuos focos de violencia que estallaron tras el acuchillamiento de varios menores y dos adultos en un centro recreativo de Southport, en el noroeste inglés, donde tres niñas perdieron la vida.
El autor del ataque, Axel Rudakubana, de 17 años, nacido en Gales de padres ruandeses, ha sido acusado del asesinato de las pequeñas e intento de asesinato de otras diez personas.
Los grupos de ultraderecha reaccionaron a ese caso tras divulgarse información falsa por las redes sociales que afirmaban que Rudakubana era solicitante de asilo.
En la última semana, además de las agresiones a los policías, los manifestantes han incendiado cubos de basura, un edificio contiguo a una comisaría, la planta baja de un hotel de alojaba solicitantes de asilo y han atacado mezquitas y saqueado algunas tiendas.
El primer ministro británico, Keir Starmer, ha prometido que todo el «peso de la ley» caerá sobre los responsables de la violencia y que habrá un «ejército» de policías especializados para lidiar con las revueltas.