Las Fuerzas Armadas de Bangladés tenían el control del país este martes (06.08.2024), luego de que las protestas masivas de las últimas semanas forzaron la renuncia de la primera ministra Sheikh Hasina, quien huyó del país.
Hasina, de 76 años, gobernaba desde 2009, pero fue acusada en enero de 2024 de amañar las elecciones y, durante el último mes, enfrentó a millones de personas en las calles exigiendo su dimisión. Centenares de personas murieron cuando las fuerzas del orden buscaron contener las manifestaciones, que más bien crecieron al punto de que Hasina abandonó Bangladés el 5 de agosto a bordo de un helicóptero, cuando los militares le retiraron su apoyo.
El jefe del Ejército, el general Waker Uz Zaman, anunció en la televisión estatal que Hasina había renunciado y que los militares formarían un Gobierno interino. «El país ha sufrido mucho, la economía ha sido golpeada, mucha gente ha muerto. Es tiempo de parar la violencia», expresó Waker poco después de que una multitud jubilosa irrumpiera en la residencia oficial de Hasina y la saqueó.
El líder del movimiento estudiantil que inició las protestas, Nahid Islam, dijo en un mensaje por video que el Gobierno interino debe ser encabezado por Mohammad Yunus, economista y emprendedor social ganador del Premio Nobel de la Paz, «quien es ampliamente aceptado».
Millones de personas bangladesíes inundaron las calles de Daca para celebrar tras el anuncio de Waker, pero también hubo escenas de caos y furia: la Policía reportó al menos 66 muertes el 5 de agosto cuando las multitudes atacaron a los aliados de Hasina. Los grupos manifestantes invadieron el Parlamento e incendiaron estaciones de televisión, mientras algunos destruyeron estatuas del padre de Hasina, Sheikh Mujibur Rahman, héroe independentista del país.
La caída de Sheikh Hasina
Las manifestaciones empezaron después de la reintroducción de un sistema de cuotas que reservaba más de la mitad de los empleos públicos a determinados grupos. La iniciativa despertó llamados a la renuncia de Hasina, quien fue acusada de utilizar el aparato estatal para aferrarse al poder, incluso con el asesinato de sus opositores.
Al menos 366 personas murieron desde el inicio de las movilizaciones el 1 de julio, según un recuento de la agencia AFP basado en informes de la Policía, autoridades y médicos en hospitales.
Waker adelantó que el toque de queda instaurado sería levantado este martes. Por su parte, el presidente bangladesí, Mohammed Shahabuddin, ordenó el 5 de agosto la liberación de las personas detenidas durante las protestas y de la ex primera ministra opositora Khaleda Zia.
Zia, de 78 años, fue detenida en 2018 por su archirrival Hasina por corrupción.
El presidente y el jefe del Ejército se reunieron el 5 de agosto con dirigentes opositores tras lo cual «decidieron formar un Gobierno interino inmediatamente», indicaron en un comunicado.
Inicialmente se desconoce el paradero de Hasina. La prensa india informó de que su helicóptero aterrizó en una base militar cerca de Nueva Delhi. Una fuente de alto nivel dijo que ella quería trasladarse a Londres, pero el Gobierno británico pidió una investigación encabezada por Naciones Unidas sobre los «niveles de violencia sin precedentes», lo que puso en duda que fuera bien recibida en Reino Unido.