Durante un mitin en Atlanta, el candidato presidencial Donald Trump expresó su cariño por Georgia, pero no extendió esos sentimientos al gobernador del estado, Brian Kemp. Trump criticó tanto a Kemp como al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, en la plataforma Truth Social, afirmando que la tasa de criminalidad en Georgia es alta y que la economía está en mal estado. También se refirió al caso electoral en curso en Georgia como una «farsa» y sugirió que Kemp podría haberlo terminado, pero no lo hizo porque es «un tipo malo».
Kemp respondió en X, enfocándose en ganar las elecciones de noviembre y «salvar al país de Kamala Harris y los demócratas», y pidió a Trump que dejara a su familia fuera de las críticas. Trump también reiteró sus afirmaciones desacreditadas sobre el fraude electoral de 2020 y lamentó haber respaldado a Kemp en el pasado.
Kemp, por otro lado, ha mantenido su popularidad a pesar de oponerse a Trump y se prepara para liderar la Asociación de Gobernadores Republicanos para el ciclo electoral de 2026. Mientras tanto, figuras conservadoras como Erick Erickson han criticado a Trump por atacar a Kemp y a su esposa, sugiriendo que estos ataques podrían perjudicar las posibilidades de Trump en futuras elecciones.