«Empezó la tercera etapa de los ejercicios de las fuerzas nucleares no estratégicas», informó este miércoles (31.07.2024) el Ministerio ruso de Defensa en un comunicado difundido a través de su canal de Telegram. En esta etapa efectivos de grandes unidades de misiles de las regiones militares del Sur y Centro, entre otras misiones, ensayarán «la obtención de munición especial de entrenamiento para los sistemas de misiles tácticos Iskander-M», se afirma en el comunicado castrense.
Además, los participantes en los ejercicio cargarán la munición en los misiles y los vehículos portadores de estos avanzarán de manera encubierta hacia posiciones donde prepararán lanzamiento simulados electrónicamente. «La actual etapa del ejercicio tiene como objetivo mantener el nivel de preparación del personal y el equipamiento de las unidades para el uso en combate de las armas nucleares no estratégicas de Rusia», subrayó Defensa.
Las maniobras también incluirán unidades de la fuerza aérea que armarán sus aviones de guerra con armas nucleares y realizarán vuelos de patrulla. Las armas nucleares tácticas incluyen bombas aéreas, ojivas para misiles de corto alcance y municiones de artillería y están destinadas a ser utilizadas en el campo de batalla. Por lo general, son mucho menos poderosas que las armas estratégicas: ojivas atómicas masivas que arman misiles balísticos intercontinentales y están destinadas a arrasar ciudades enteras.
A principios de mayo pasado el presidente de Rusia, Vladimir Putin ordenó la celebración de ejercicios con armas nucleares tácticas, que comenzaron el día 21 de ese mismo mes, en respuesta a las «amenazas de Occidente», según el mando militar ruso. La siguiente ronda se llevó a cabo en junio conjuntamente con las fuerzas armadas de Bielorrusia, estrecho aliado del Kremlin y país al que el año pasado Moscú trasladó parte de su arsenal táctico.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, vinculó entonces las maniobras a declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, y de otros altos funcionarios británicos sobre la guerra en Ucrania. «Ellos hablaron sobre la disposición e incluso intención de enviar contingentes militares a Ucrania, es decir, poner a los soldados de la OTAN frente a los militares rusos. Esa es una nueva espiral de escalada de la tensión. No tiene precedentes y exige una especial atención y medidas especiales», dijo.
Rusia revocó el pasado año la ratificación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT), aunque mantiene en vigor la moratoria mientras Estados Unidos no realice pruebas de ese tipo. Según su doctrina nuclear, Rusia solo recurrirá al arma atómica de forma «estrictamente defensiva» si se produce un ataque contra Rusia con armas de destrucción masiva o de agresión con armas convencionales «que amenacen la propia existencia del Estado», aunque mantiene «siempre en alerta» a sus fuerzas nucleares estratégicas.