El presidente, el demócrata Joe Biden, advirtió este lunes que las cortes del país están siendo utilizadas como armas para impulsar una agenda conservadora “extrema y desenfrenada”, y destacó la importancia de restablecer la “fe en la Corte Suprema”. Al hablar sobre las reformas a las que dará prioridad durante sus últimos meses en el cargo, el mandatario dijo que buscará limitar el poder ejecutivo, la imposición de límites de mandato para los magistrados y la creación de un código de ética para los jueces.
Biden, que acaba su mandato en enero, tras renunciar a ser candidato en noviembre a la reelección, pronunció su discurso en la Biblioteca Presidencial Lyndon B. Johnson en Austin (Texas).
Durante su discurso, pidió limitar los mandatos de los magistrados de la Corte Suprema (que actualmente son seleccionados por el presidente, ratificados por el Senado y tienen un cargo vitalicio), y la aprobación de una enmienda constitucional que estipule que los expresidentes no tienen inmunidad frente a acusaciones, juicios, condenas o sentencias penales federales, en respuesta al reciente fallo de la Corte Suprema sobre el expresidente republicano Donald Trump.
“Imagínense lo que un presidente podría hacer pisoteando los derechos y libertades civiles, con tal inmunidad”, dijo Biden, quien también advirtió sobre el llamado Proyecto 2025, diciendo que una segunda Administración Trump continuaría empujando a los tribunales hacia la derecha. “Van en serio”, afirmó el presidente.
Biden no puede aprobar esas reformas, que dependerían en primera instancia del Congreso; con la división actual y a tan solo 99 días de las elecciones (que renovarán toda la Cámara de Representantes y un tercio del Senado), su plan busca posiblemente convertirse en plataforma electoral para los demócratas, que, en caso de ganar la Casa Blanca y una mayoría suficiente en el Congreso, podrían pensar en poner en marcha estas medidas.