En un evento realizado en el Edificio Central de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Robespierre Lizárraga Otero, encargado del despacho de rectoría, recordó con profunda admiración y cariño a Héctor Melesio Cuen Ojeda, quien fue asesinado el pasado jueves 25 de julio.
Lizárraga Otero evocó los primeros días de su colaboración con Cuen Ojeda en 1997, cuando trabajaba en la oficina de Bienes Inventarios, y destacó cómo desde esos inicios Cuen Ojeda demostró un compromiso incansable con la universidad y la comunidad.
El homenaje estuvo lleno de anécdotas que ilustraron la dedicación de Cuen Ojeda, en las cuales los universitarios recordaban su labor en la rectoría de la UAS, los cambios y logros extraordinarios que impulsó, hasta sus experiencias políticas como alcalde de Culiacán.
Lizárraga Otero recordó cómo Cuen Ojeda se levantaba a las 3 o 4 de la mañana y trabajaba incansablemente hasta altas horas de la noche, demostrando una intensidad de trabajo y compromiso que dejaba huella en todos los que lo acompañaban.
“Me tocó junto con ustedes ver esa gran lucha por mejorar las cosas en Sinaloa. Un Sinaloa mejor era su bandera”, dijo.
Lizárraga Otero, subrayó que la presencia de Cuen Ojeda en la UAS marcó un antes y un después para la institución. Al enterarse de la noticia de su asesinato, Lizárraga Otero compartió que el sentimiento fue de orfandad, describiendo a Cuen Ojeda como un faro y una referencia para todos.
“Esas balas asesinas no van a apagar su liderazgo. Su trascendencia está en cada uno de nosotros”, afirmó.
Finalmente, hizo un llamado a la justicia y a seguir adelante con la misma intensidad y filosofía de trabajo que caracterizó a Cuen Ojeda.