El exguardia de seguridad sudafricano Louis van Schoor, uno de los más sanguinarios asesinos del régimen segregacionista del apartheid, ha muerto a los 72 años por una infección en la sangre.
La muerte de Van Schoor, ocurrida el pasado jueves, fue confirmada por su hija a la cadena británica BBC, una semana después de que el medio publicara una nueva investigación sobre la carnicería que protagonizó el llamado «asesino del aparheid» a finales de los años 80, durante el último periodo del régimen.
Las autoridades sudafrifcanas todavía siguen investigando a Van Schoor por matar a tiros a 39 personas entre 1986 y 1989 mientras trabajaba como guardia de seguridad privado en la ciudad sudafricana de East London, en la costa del país. Una de sus víctimas fue un niño de 12 años.
Van Schoor fue arrestado en 1991 y condenado por siete asesinatos pero otros 32 más fueron considerados por la antigua policía del régimen como «homicidios justificados» por la ley segregacionista que concedía a las fuerzas de seguridad sudafricanas la capacidad de emplear fuerza letal a su discreción contra la población negra del país.
Durante la investigación de la BBC, Van Schoor defendió que solo disparaba a criminales atrapados «con las manos en la masa», pero aseguró que «cada noche era una nueva aventura» y que la persecución de personas negras era «emocionante» y parecido a «una caza».