Pese a que el número de ucranianos abiertos a la posibilidad de concesiones territoriales a Rusia ha crecido gradualmente, una gran mayoría de la sociedad ucraniana sigue rechazando las condiciones exigidas por Moscú para poner fin a la guerra y ve en la falta de garantías sólidas de seguridad un obstáculo clave para lograr una salida diplomática.
En el mes de mayo de 2024, un 32 % de los ucranianos se declaraban dispuestos a considerar la cesión de algunos territorios ocupados para acabar lo antes posible la guerra y garantizar la independencia de Ucrania, según una encuesta del Instituto Internacional de Sociología de Kiev (KIIS) publicada este martes.
Pese a que las cifras suponen un cambio sustancial respecto de las de las dos encuestas anteriores, realizadas por la misma institución en diciembre y febrero pasados, cuando el porcentaje de personas dispuestos a ceder territorios fue del 26 y el 19 % respectivamente, el director ejecutivo del KIIS, Anton Grushetski, subraya que los ucranianos nunca rechazaron las negociaciones y el diálogo para conseguir la paz.
No a una “paz a cualquier precio”
“Lo fundamental es que los ucranianos siguen oponiéndose de forma categórica a lograr la paz a cualquier precio”, declaró a EFE Grushetski.
Otra encuesta realizada en junio en la que se preguntaba por la oferta del Kremlin de bajar las armas a cambio de la renuncia a entrar en la OTAN y a recuperar Crimea y de una retirada completa de Ucrania de las cuatro regiones parcialmente ocupadas que Rusia declaró parte de su territorio nacional en 2022, muestra que más del 80 % de los ucranianos rechazan de plano esa posibilidad.
Según ha explicado el KIIS, las “concesiones territoriales” que los ucranianos aceptan plantearse incluyen opciones como el aplazamiento del regreso de estos territorios bajo el control de Ucrania y no implican necesariamente un reconocimiento de la dominación rusa sobre las zonas en cuestión.
Mientras, el factor más importante para cualquier posible acuerdo de paz siguen siendo las garantías de seguridad y la protección ante una potencial agresión futura de Rusia.
La mayoría de los ucranianos entiende que todo acuerdo que carezca de garantías serias en este sentido es “inútil” y no ofrecerá protección a Ucrania, según Grushetski, ya que un 60 % cree que Rusia está intentando destruir a Ucrania como nación y asimilar a los ucranianos como rusos.
“Los ucranianos sólo contemplan la entrada en la OTAN o la presencia física de tropas occidentales en Ucrania como garantías de seguridad fiables”, dijo el director ejecutivo del KIIS.
Según su última encuesta, un 57 % de ucranianos aceptarían “sin especial entusiasmo” ciertas concesiones territoriales si Ucrania ingresara en la OTAN.
La creciente disponibilidad a hacer concesiones está directamente relacionada, según Grushetski, con la situación en el campo de batalla, que empeoró en mayo para Ucrania con la ofensiva rusa en Járkov en un contexto de constantes retrasos en el envío de ayuda militar occidental.
“En principio los ucranianos siguen dispuestos a luchar y a morir para defender su país, pero necesitan ver más apoyo real de sus aliados con envíos de armamento más rápidos y cuantiosos y otras medidas decisivas”, dijo.
Qué dice la calle
“Aunque sería algo muy duro, puede que aceptara (cesiones) si Ucrania entra en la OTAN y en la UE, especialmente si las pérdidas territoriales se limitaran a zonas que Rusia capturó antes de 2022”, dice a EFE Oleksandr.
Este informático de 41 años de Leópolis rara vez sale de casa para evitar a las patrullas de reclutadores y no se ve con “derecho moral” a insistir sobre evitar las concesiones por no estar luchando en el frente.
Olena Krilova perdió el año pasado a su hijo Oleg en el frente cuando este tenía 21 años. “Al principio muchos soldados iban a luchar por preservar territorio; ahora están luchando por vengar la muerte de sus amigos”, dice.
“Oleg quería una Ucrania próspera y libre. Si firmamos la paz y hacemos concesiones a Rusia ahora, ¿para qué dieron su vida mi hijo y tantos otros?”, concluye la mujer.