Cerca de 200.000 neozelandeses que vivieron en centros de acogida estatales o religiosos sufrieron abusos entre 1950 y 2019, indicó una investigación publicada este miércoles (24.07.2024), la cual llevó al primer ministro a prometer reformas.
Los autores del reporte describieron malos tratos generalizados en instituciones estatales y religiosas y señalaron que se trata de una «catástrofe nacional impensable» que causa «daños inimaginables».
Durante la investigación, que duró seis años, decenas de víctimas relataron los abusos físicos, sexuales y mentales a los que fueron sometidos en orfanatos, centros de acogida, hospitales psiquiátricos y otras instituciones.
Algunos niños fueron sometidos a terapia electroconvulsiva. Otros denunciaron abusos sexuales por parte de funcionarios eclesiásticos. Jóvenes madres dijeron también que se les obligó a dar a sus hijos en adopción.
El informe subraya además que algunos de los abusos estaban «impregnados de racismo» contra las personas de etnia maorí que se encontraban bajo tutela.
El primer ministro neozelandés Christopher Luxon admitió que la publicación del reporte representa «un día oscuro y triste en la historia de Nueva Zelanda como sociedad y como Estado, tuvimos que haber hecho mejor», declaró.
La investigación inició en 2018 y ha hecho 233 recomendaciones de reforma que el gobierno de Luxon ha prometido considerar. Las autoridades presentarán sus disculpas oficiales el 12 de noviembre.