El Ministerio de Salud controlado por los hutíes de Yemen denunció este domingo (21.07.2024) que al menos seis personas murieron y otras 83 resultaron «severamente heridas” tras el ataque lanzado el sábado por Israel contra la ciudad costera de Al Hodeida, puerto estratégico controlado por los rebeldes, un día después de un mortal ataque con dron en Tel Aviv reivindicado por los insurgentes.
«Seis personas fueron martirizadas, tres siguen desaparecidas y otras 83 resultaron heridas», informó el Ministerio de Salud de los hutíes, actualizando las cifras iniciales entregadas por el portavoz del grupo insurgente, Anis al Asbahy, quien había detallado que los heridos sufrían «principalmente quemaduras serias».
Según las autoridades hutíes, el que fue el primer ataque de Israel contra Yemen tuvo como objetivo «depósitos de petróleo y la central eléctrica» de Al Hodeida, una ciudad desde donde los insurgentes yemeníes lanzan una gran parte de sus ataques contra la navegación comercial en el mar Rojo y puntualmente contra territorio israelí.
«La sangre israelí tiene un precio”
En cambio, fuentes portuarias dijeron que el bombardeo israelí alcanzó «el muelle de descarga de combustible y gas, los tanques de almacenamiento de combustible y las dos únicas grúas para contenedores en funcionamiento». Según expertos, se trata de los primeros ataques anunciados por Israel contra Yemen, un país en guerra controlado parcialmente por los hutíes, apoyados por Irán y aliados del movimiento islamista palestino Hamás.
Este ataque tuvo lugar en respuesta al dron lanzado el viernes por los hutíes que dejó un muerto en Tel Aviv, el que fue el primer ataque de los rebeldes respaldados por Irán que dejó víctimas mortales en territorio israelí. En medio de la escalada de tensión, el portavoz militar de los hutíes, Yahya Sarea, prometió ataques de represalia contra «los objetivos vitales del enemigo sionista» y reiteró que Tel Aviv es «una zona insegura».
La respuesta del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no se hizo esperar. «Tengo un mensaje para los enemigos de Israel: Nos defenderemos por todos los medios, en todos los frentes. Cualquiera que nos ataque pagará un precio muy alto», declaró. «La sangre de los ciudadanos israelíes tiene un precio», apuntó el ministro de Defensa, Yoav Gallant. «El incendio que arde en Hodeida es visible en todo Oriente Medio, y su significado es evidente».