El Parlamento israelí votó el jueves (18.07.2024) en contra de la creación de un Estado palestino al afirmar que representaría una «amenaza existencial», en momentos en que el ejército de Israel lleva a cabo su ofensiva en la Franja de Gaza, pese a los múltiples llamados internacionales a un cese el fuego.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, que gobierna gracias a coalición de formaciones de extrema derecha y formaciones judías ultraortodoxas, está confrontado a la presión de su principal aliado, Estados Unidos, que junto a Qatar y Egipto están mediando para conseguir una tregua en Gaza y la liberación de los rehenes israelíes.
El primer ministro israelí insistió esta semana que es «el momento de aumentar aún más la presión» sobre el grupo terrorista Hamás: «Los tenemos agarrados por el cuello. Nos dirigimos a la victoria absoluta», recalcó ante el Parlamento.
La resolución simbólica aprobada por el Parlamento israelí, la Knéset, afirma que la creación de un Estado palestino, en territorios ocupados por Israel, «perpetuaría el conflicto» y «desestabilizaría la región».
«La Knéset de Israel se opone firmemente a la creación de un Estado palestino al oeste del (río) Jordán», indicó el texto, que afirma que el establecimiento de esta entidad «supondría un peligro existencial para el Estado de Israel y sus ciudadanos».
La resolución afirmaba que «promover» un Estado palestino alentaría «a Hamás y a sus partidarios», tras el ataque del 7 de octubre.
La creación de un Estado palestino en los territorios ocupados por Israel tras la guerra de los Seis Días de 1967 se ha mantenido durante décadas como una piedra angular de los esfuerzos diplomáticos de la comunidad internacional para resolver el conflicto.
Los Acuerdos de Oslo en la década de 1990 permitieron la creación de la Autoridad Palestina, que ejerce una administración parcial en Cisjordania ocupada, y su vocación era avanzar una negociación para la creación de un Estado palestino.