En la pintoresca y concurrida Ciudad del Cabo, Sudáfrica, un brote inusual de rabia está afectando a la población de focas locales, y las autoridades han expresado preocupación por la situación. Greg Oelofse, administrador costero de Ciudad del Cabo, informó sobre este fenómeno, destacando la alarma que genera el hecho de que “creemos que esta es la primera propagación de la rabia dentro de una población de mamíferos marinos”.
Hasta la fecha, se han confirmado 11 casos de rabia en focas según Oelofse, lo que llevó a que se emitiera una alerta tanto para los viajeros como para los residentes en junio. La advertencia subraya la necesidad de ser cautelosos al visitar las costas de la región.
Qué se sabe hasta ahora
Aunque hasta el momento no se ha confirmado la transmisión de la rabia de focas infectadas a humanos, Oelofse reveló a The Guardian que algunos bañistas han sido mordidos por estos animales. “Creemos que bastantes personas han sido mordidas por focas rabiosas, pero afortunadamente ningún humano se ha infectado todavía”, comentó, agregando que no se sabe con certeza por qué esto es así y sugiriendo la posibilidad de que la tasa de transmisión sea baja.
La rabia es una enfermedad grave que puede ser mortal tanto para animales como para humanos. Según la Clínica Mayo, una vez que aparecen los signos y síntomas de la rabia en una persona, la enfermedad casi siempre resulta en la muerte. Los síntomas iniciales se asemejan a los de la gripe, pero luego progresan a alucinaciones, parálisis parcial y aversión al agua.
El virus generalmente se transmite a través de la mordedura de un animal infectado, como murciélagos, coyotes, zorros, mapaches, zorrillos y perros callejeros.
Además, la rabia puede tener un período de incubación considerablemente largo en humanos. La Biblioteca Nacional de Medicina indica que los síntomas pueden manifestarse entre una semana y hasta dos años después de la infección inicial. Esta característica subraya la importancia de que cualquier persona mordida por un animal sea sometida a pruebas y reciba la vacuna correspondiente.
Acciones y respuestas
En el caso específico del brote en Ciudad del Cabo, se está llevando a cabo una secuenciación genética del virus de la rabia encontrado en las focas para determinar su origen exacto. “Todavía no sabemos dónde comenzó. Están secuenciando genéticamente el virus de la rabia encontrado. Lo sabremos cuando hayan terminado con eso”, explicó Oelofse a CNN.
A pesar de que todavía no hay casos registrados de humanos infectados por mordeduras de focas, la situación sigue siendo un motivo de preocupación debido al alto grado de interacción entre personas y focas en las costas de Ciudad del Cabo. Oelofse señaló: “Tenemos mucha gente que entra en contacto con focas a diario, como surfistas, kayakistas, buceadores y otros”.
Cambios en el comportamiento
El comportamiento agresivo de las focas rabiosas ha cambiado la dinámica en las playas locales. Los surfistas, que comúnmente disfrutaban de la presencia de estos animales marinos, ahora reaccionan con cautela. Oelofse relató un incidente reciente: “El otro día estaba haciendo surf y apareció una foca entre la fila de surfistas para tomar el sol. Normalmente, los surfistas disfrutan de la interacción, pero ahora todos remaban tan rápido como podían para alejarse”.
La transmisión y el manejo de enfermedades zoonóticas como la rabia representan un desafío significativo para las autoridades de salud pública y medioambientales. En Ciudad del Cabo, las autoridades han intensificado sus esfuerzos para monitorear y contener el brote, además de trabajar en la concientización de la población sobre los riesgos y las precauciones necesarias.
El brote de rabia en focas en Ciudad del Cabo es un recordatorio de la compleja interacción entre la fauna silvestre y los seres humanos, y subraya la necesidad de mantener políticas y prácticas rigurosas para prevenir la propagación de enfermedades. Las autoridades continúan instando a la comunidad local y a los turistas a ser prudentes y seguir las recomendaciones de seguridad al disfrutar de las playas de la región.