Brasil y Bolivia no pueden tolerar sueños autoritarios ni golpes de Estado, según dijo este martes (09.07.2024) el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva en la ciudad boliviana de Santa Cruz, durante un encuentro con su homólogo Luis Arce.
«No podemos tolerar ensoñaciones autoritarias, complots golpistas. Tenemos la enorme responsabilidad de defender la democracia contra los intentos de hacerla retroceder», afirmó Lula durante una declaración junto a Arce. El mandatario brasileño llegó el 8 de julio a Santa Cruz (este), y este martes tuvo una reunión con el presidente boliviano.
En su discurso, Lula recordó los incidentes del 8 de enero de 2023, a días de tomar posesión en el cargo, cuando seguidores del expresidente Jair Bolsonaro invadieron el Palacio del Planalto en Brasilia y mencionó las crisis políticas de Bolivia de 2019 y del pasado 26 de junio.
«Nos invadió una ola de extremismo que desató el 8 de enero en un intento de golpe», rememoró Lula. Comparó esos hechos con la caída a fines de 2019 del entonces presidente boliviano Evo Morales y con la crisis que sufrió Arce, cuando militares se tomaron por varias horas la Plaza de Armas de La Paz, donde está la sede del Gobierno. En tono reflexivo, indicó que el mantenimiento del sistema democrático «resultó ser un terreno aún movedizo».
Arce, a renglón seguido, agradeció la condena de Brasil al fallido levantamiento militar y su solidaridad con la democracia boliviana.
El gobernante de Brasil también hizo alusión a las abiertas diferencias entre Arce y su mentor político Morales (2006-2019), quienes se disputan el liderazgo del oficialismo, aunque no los mencionó de manera específica. «En todo el mundo, la desunión de las fuerzas democráticas sólo ha servido a la extrema derecha», apuntó.
Morales acusa al Gobierno de Arce de haber promovido un fallo del Tribunal Constitucional, de diciembre de 2023, para inhabilitarlo como candidato en las elecciones de 2025 por haber cumplido ya con los dos mandatos que permite la Constitución.
Arce y Morales también discreparon sobre la reciente asonada militar. El primero asegura que fue intento de golpe, a la cabeza del excomandante del Ejército Juan José Zúñiga, mientras que el segundo ha señalado al mandatario de mentirle al mundo con un «autogolpe».