El Canal de Panamá estimó el lunes que tardará al menos seis años en construir un nuevo embalse para atender la demanda de agua dulce para consumo humano y para la vía comercial, que lidia con restricciones de paso por sequía desde el año pasado, tras un fallo judicial que favorece esta obra.
Las autoridades del canal consideran impostergable la construcción de un nuevo embalse que permita surtir de agua dulce a la ruta por la que pasan grandes buques cargueros a diario y también enfrentar la creciente demanda de agua para consumo humano de dos millones de panameños.
Pero el proyecto estaba frenado por una norma de 2006 que impedía al Canal de Panamá extender la frontera de su Cuenca Hidrográfica. Eso hacía imposible la creación del embalse que las autoridades del canal proyectaron con un costo de 1.600 millones de dólares.
El Canal de Panamá se nutre de agua dulce de dos lagos cercanos para permitir el paso de barcos comerciales, siendo una de las rutas más importantes del mundo. Desde el año pasado, tuvo que limitar el número de barcos y su nivel de calado debido a una extendida sequía que redujo la provisión de agua.
Ahora, según informó el Canal de Panamá el lunes, se podrá avanzar en la construcción del nuevo embalse, que tomará al menos seis años y que requiere de acuerdos con las comunidades que se verán afectadas por una megaobra.
Las autoridades de la vía marítima formularon la proyección el lunes en una conferencia de prensa convocada para explicar las consecuencias que tiene un reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia que redefinió los límites de la Cuenca Hidrográfica del Canal de Panamá.
El fallo declaró inconstitucional una norma del 2006, con lo que se restituyeron los límites de la cuenca establecidos en una ley anterior que había sido derogada. Es decir, con la sentencia se amplía el territorio de la Cuenca Hidrográfica del Canal en el lado occidental, donde planean construir el embalse o lo que llaman un reservorio multipropósito en la cuenca de Río Indio.
El proyecto también servirá para atender la creciente demanda de agua destinada al consumo de la mitad de la población del país de más de cuatro millones de habitantes.
“Este hecho de tener una definición de cuenca lo que le trae al Canal de Panamá es una certeza territorial de la cual no contábamos”, destacó el administrador de la vía, Ricaurte Vásquez, en referencia a que la zona de Río Indio y otras no podían gestionarse por el tema de los límites y hasta contarse con una definición legal.
Explicó, a su vez, que el arranque de la construcción del proyecto “va a depender mucho del trabajo comunitario que se desarrolle con las personas y moradores que están en las áreas que podrían ser afectadas” con el represamiento del río.
Las autoridades subrayaron en efecto que, antes de ponerle fecha de inicio a ese proyecto, se debe alcanzar un entendimiento con los pobladores que habitan en la cuenca de Río Indio, que abarca 580 kilómetros cuadrados y donde se asientan más de 200 comunidades con más de 12.000 pobladores.
La subadministradora del Canal, Ilya Espino, estimó que las conversaciones para un acuerdo con esas comunidades podrían extenderse hasta un año y medio y que la construcción del reservorio entre tres y cuatro años. Es decir, que si se cumplen esos plazos en unos seis años el país sumaría un nuevo embalse que complementará a los lagos de agua dulce que abastecen tradicionalmente el canal y el consumo de más de dos millones de panameños.
Las autoridades canaleras han advertido que, de no hacerse nada en diez años, podría verse seriamente comprometido el recurso hídrico necesario para el canal y el consumo humano.
De los 1.600 millones de dólares estimados que costará la obra, unos 1.200 millones corresponden a su construcción y 400 millones más para la atención de las comunidades afectadas, entre otros aspectos, según Vásquez.
“Lo importante es que más allá del Canal de Panamá, estos reservorios son requeridos para asegurar que los panameños tengamos agua para tomar”, subrayó el administrador en referencia a Río Indio. “Pero eso hay que hacerlo consensuado con las comunidades, hay que llegar a cierto nivel de entendimiento”, recalcó.