La Selección Nacional consiguió una histórica victoria sobre el rival europeo ante un eufórico público que abarrotó el Coliseo de Puerto Rico.
El sueño olímpico se cumplió nuevamente en casa para acabar una larga sequía.
José Alvarado anotó 23 puntos y el Equipo Nacional de baloncesto masculino cumplió la emotiva meta de avanzar a los Juegos Olímpicos de París 2024 con una inspiradora victoria, 79-68, frente a Lituania en un alborotado Coliseo José Miguel Agrelot, de San Juan.
El quinteto patrio ganó el Repechaje Olímpico de manera invicta (4-0), registrando inmensos triunfos ante potencias europeas como Italia el pasado jueves (80-69) y el domingo ante los lituanianos, que tenían marca perfecta de 4-0 en su historia contra los anfitriones.
La clasificación por parte de los pupilos del dirigente Nelson Colón se logró 21 años después de que el Equipo Nacional lograra el pase a Atenas 2004 al derrotar a Canadá en la final del Preolímpico de Américas que se jugó en el Coliseo Roberto Clemente en el 2003.
Fue una victoria contundente para los boricuas, que tuvieron siempre contra las cuerdas a los lituanos. Con 1:30 minutos por jugar, Conditt IV comenzó a pedir los aplausos de los fanáticos.
En primera fila estaba tres de los responsables de la gesta de 2003: Carlos Arroyo, actual gerente general del programa adulto; más la leyenda José “Piculín” Ortiz y Rolando Hourruitiner, como comentarista.
La victoria aumenta a 52 la delegación puertorriqueña que viajará a la capital francesa.
Para Puerto Rico, será la primera vez que lleva ambos seleccionados de baloncesto a unos Juegos Olímpicos. Las mujeres se estrenaron en este escenario en Tokio 2020 y repiten para París 2024.
Los varones inician la acción el 27 de julio. Puerto Rico estará en el Grupo C contra el campeón olímpico Estados Unidos, Serbia y Sudán del Sur.
Tremont Waters fue el segundo mejor anotador con 18 puntos, seguido por 12 de Jordan Howard.
En unas gradas teñidas de rojo por el llamado federativo a los fanáticos para que vistieran de ese color, Puerto Rico plantó bandera desde el arranque. El rugido de los fanáticos era tan fuerte, que no se escuchaban los silbatos de los oficiales. Los aficionados locales también opacaron los tambores de los seguidores lituanos en las gradas, fieles durante toda la competencia.
Después de un segundo triple de Alvarado que puso el marcador 14-6 a favor de los boricuas, los europeos se fueron en escapada con un rally de 11-0 para tomar ventaja de 17-14 con par de cestas de Sabonis.
El dirigente nacional Colón trajo a la segunda unidad para la culminación del periodo inicial. Davon Reed y Jordan Howard reaccionaron con cinco unidades para el partido empatarse a 19 terminados los primeros 10 minutos de acción.
Lituania se alejó hasta por siete tantos, 27-20, al comenzar el segundo cuarto para elevar los nervios en las tribunas. Alvarado y Waters cargaron la ofensiva para detener el sangrado con 11 puntos entre ambos. Cesta de Waters le devolvió la delantera, 34-32, a Puerto Rico para preservar la energía de los fanáticos.
Waters terminó con 10 tantos en el segundo periodo y Puerto Rico se llevó la primera mitad por 39-35. Los lituanos, conocidos por su juego organizado, cometieron nueve errores en la primera parte. Puerto Rico aprovechó para sacar 11 tantos de las pifias europeas.
Puerto Rico no bajó la intensidad defensiva en la segunda parte. El Equipo Nacional tuvo su mayor ventaja, 50-39, y la fiesta le daba la vuelta redonda al Coliseo, dejando sin suspiros a los lituanos.
El tercer parcial, que solía ser de pesadilla para Puerto Rico en el pasado, fue de ensueño. Todo salía en ambos lados de la cancha. Un puente aéreo de Conditt IV a Chris Ortiz puso a gozar a la multitud.
Howard se unió al bueno momento con triple al frente de Arroyo, que le dio una nalgada de felicitación al base, para Puerto Rico irse al último periodo al frente 62-50.
Colón apostó a la segunda unidad para aguantar los últimos 10 minutos de infarto. Howard volvió a atacar de la misma zona para conectar triple y Puerto Rico tomar ventaja definitiva, 72-58.
A Lituania, de tiro fino, no le entraron los triples, logrando solo tres en 30 minutos. Lograron otros dos en el cuarto periodo con el tiempo expirando a favor de los anfitriones, haciéndose demasiado tarde.
Las emociones del equipo puertorriqueño se guardaron hasta expirar el tiempo, pero ya los fanáticos gritaban “¡Nos vamos a París!” en los últimos minutos. El sueño se logró. El baloncesto masculino es olímpico de nuevo.