Las personas que soliciten la naturalización en Alemania deberán reconocer a partir de ahora el derecho de Israel a existir, en virtud de los cambios introducidos en la ley de ciudadanía del país.
La legislación, que entró en vigor este jueves, forma parte de una revisión más amplia de la ley de ciudadanía de Berlín, en un momento en que el gobierno se enfrenta al aumento del antisemitismo, al incremento de la popularidad de la extrema derecha y a un intenso debate sobre su respuesta al genocidio sobre Gaza.
El examen de naturalización del país incluirá a partir de ahora una serie de preguntas nuevas, según un comunicado del Ministerio del Interior.
«En respuesta al creciente antisemitismo en Alemania, se amplió la lista de preguntas del examen de naturalización. Se añadieron nuevas preguntas de examen sobre temas como el antisemitismo, el derecho a la existencia del Estado de Israel y la vida de los judíos en Alemania».
Tras 7 de octubre, los legisladores alemanes, incluido el canciller Olaf Scholz, reiteraron que la seguridad de Israel es «razón de Estado» de Alemania, o asunto de interés nacional.
Pero otras voces del país han acusado a las autoridades de ir demasiado lejos, vulnerando los derechos de los propalestinos a la libertad de expresión y de reunión.
Además, Alemania cuenta con la mayor diáspora palestina de Europa, estimada en 300.000 personas. La legisladora alemana de Los Verdes Lamya Kaddor declaró anteriormente a CNN que las comunidades musulmanas de Alemania se han sentido condenadas al ostracismo a la luz de los acontecimientos de Medio Oriente.
«Una línea roja clarísima»
La legislación se introduce en todo el país después de que, en diciembre, el estado oriental de Sajonia-Anhalt exigiera también a los solicitantes de la ciudadanía que reconocieran el derecho de Israel a existir.
La aplicación de la ley a nivel federal fue defendida el año pasado por el partido de centro-derecha Unión Demócrata Cristiana (CDU, por sus siglas en alemán). La idea también fue bien recibida por otros partidos del Bundestag.
Con los cambios también se aceleró el proceso de obtención de la nacionalidad. Quienes trabajen en Alemania y se consideren «bien integrados» pueden ahora obtener la nacionalidad tras solo cinco años en lugar de ocho.
Los solicitantes ya no tienen que renunciar a la nacionalidad de su país anterior, algo que solía ser un requisito en Alemania para los inmigrantes de primera generación.
La ministra del Interior alemana, Nancy Faeser, celebró los cambios de este jueves como un «compromiso con una Alemania moderna».
«Quien comparta nuestros valores y se esfuerce puede ahora obtener más rápidamente un pasaporte alemán y no está obligado a renunciar a una parte de su identidad con la antigua ciudadanía», añadió.
«También lo hemos dejado igual de claro: quien no comparta nuestros valores no podrá obtener un pasaporte alemán. Aquí trazamos una línea roja clarísima y endurecimos la ley mucho más que antes. El antisemitismo, el racismo y otras formas de desprecio a la humanidad excluyen la naturalización. Eso no se tolera».
La reforma se produce mientras un nuevo informe de RIAS, una organización que vigila el antisemitismo en Alemania, descubrió que los incidentes antisemitas en el país aumentaron alrededor del 83% el año pasado, incrementándose significativamente tras la ofensiva militar israelí de ocho meses en Gaza. Estos incidentes incluyen desde pintadas antisemitas hasta amenazas y ataques violentos.