El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, dijo este domingo que «La fase intensa de la guerra con Hamas (en Gaza) está a punto de terminar», por lo que el foco militar podría desplazarse a la frontera norte de Israel con el Líbano.
“Eso no significa que la guerra vaya a terminar, pero la guerra en su etapa actual terminará en Rafah. Esto es cierto», dijo Netanyahu al Canal 14 de Televisión en su primera entrevista individual con los medios locales israelíes desde el 7 de octubre.
También dijo que está dispuesto a llegar a «un acuerdo parcial» con Hamas para devolver algunos rehenes, al tiempo que reiteró su posición de que la guerra continuará después de un cese del fuego «para lograr el objetivo de eliminar» a Hamas.
«No estoy dispuesto a renunciar a eso», afirmó Netanyahu.
Netanyahu añadió que «después del final de la fase intensa, tendremos la posibilidad de trasladar parte del poder al norte, y lo haremos».
«En primer lugar, por motivos de protección y, en segundo lugar, para traer a nuestros residentes a casa también. Si podemos hacerlo políticamente, sería fantástico. Si no, lo haremos de otra manera, pero traeremos a todos de vuelta a casa – a todos los habitantes del norte y del sur», añadió.
Hezbollah, un grupo islamista respaldado por Irán y con una de las fuerzas paramilitares más poderosas de Medio Oriente, ejecutó ataques desde el sur del Líbano contra zonas del norte de Israel desde el 8 de octubre. Israel respondió a los ataques y mató a un gran número de personas, entre ellas altos combatientes de Hezbollah.
Decenas de miles de israelíes fueron evacuados de sus hogares en el norte de Israel debido al conflicto en curso.
En la entrevista también se le preguntó a Netanyahu si su solución para poner fin al conflicto con Hezbollah era mediante un acuerdo o la guerra. El primer ministro respondió: «Mire, si hay un acuerdo, será un acuerdo según nuestros términos. Nuestros términos no son poner fin a la guerra, abandonar Gaza y dejar a Hamas intacto. Me niego a dejar a Hamas intacto. Necesitamos eliminarlos».
Israel lanzó su guerra en Gaza tras los ataques de Hamas del 7 de octubre, cuando los combatientes mataron a unas 1.200 personas y tomaron más de 250 rehenes. Desde entonces, la campaña israelí mató a más de 37.000 personas, según el Ministerio de Salud de Gaza.