El presidente, Joe Biden, se prepara para subir los impuestos a los adinerados en Estados Unidos si es reelegido en las elecciones de otoño, entablando una lucha con su rival republicano Donald Trump, quien ha prometido recortes fiscales aún más profundos si vuelve a la Casa Blanca.
Grandes partes de los recortes de impuestos de Trump de 2017 están programados para expirar a finales de 2025, dividiendo a los dos partidos sobre si extenderlos o terminarlos. Mantenerlos añadiría 3.3 billones de dólares a la deuda en los próximos 10 años, según la Oficina Presupuestaria del Congreso, no partidista. Los demócratas se están unificando en torno a la idea de subir los impuestos a los ingresos más altos, mientras que los republicanos quieren mantener las exenciones fiscales. El resultado lo decidirán los ganadores de la Casa Blanca y el Congreso.
Biden promete poner fin a las exenciones fiscales de Trump para los ingresos superiores a 400,000 dólares, al tiempo que promete no subir los impuestos a los que ganan menos.
“Si Trump sale elegido, bajará los impuestos para él y sus amigos ricos a costa de las familias trabajadoras. No podemos permitir que eso ocurra”, contó Biden la semana pasada en redes sociales.
Biden ha apuntado en repetidas ocasiones a las rebajas fiscales de Trump para los ingresos altos, asegurando en abril: “ese recorte de impuestos va a expirar. Si soy reelegido, va a seguir caducado”.
El reciente presupuesto de Biden y un memorándum publicado el jueves por Lael Brainard, la principal asesora económica de Biden, exponían la visión de la Casa Blanca para obtener nuevos ingresos: elevar el impuesto a corporaciones del 21% al 28%, imponer un impuesto mínimo sobre los ingresos del 25% a los multimillonarios, aumentar las tasas impositivas marginales de los ingresos más altos del 37% al 39.6% e incrementar los impuestos sobre las plusvalías para los ingresos altos.
En campaña, Trump celebra sus recortes fiscales de 2017 y arremete contra Biden por este asunto.
“¡Quiere dejar que expiren nuestros recortes de impuestos!”, precisó Trump en un mitin el mes pasado en Wildwood, Nueva Jersey. “En lugar de una subida de impuestos de Biden, les daré un gran recorte de impuestos de Trump para la clase media, la clase alta, la clase baja y la clase empresarial. Van a tener la mayor reducción de impuestos”.
Pero su plan no es específico, y no aborda la creciente deuda nacional, un tema que los republicanos han indicado que les preocupa. Trump ni siquiera mencionó sus recortes de impuestos de 2017 en una reunión a puerta cerrada el jueves con los republicanos, según tres senadores presentes en la sala. Y ahora está pregonando una idea diferente que no persiguió durante su presidencia: poner fin a los impuestos sobre las propinas.
Demócratas: “acabar con estas disposiciones fiscales de Trump realmente perjudiciales”
Muchos liberales están ansiosos por una pelea cuando expiren los recortes de impuestos de Trump, y el presidente del Comité de Finanzas del Senado, Ron Wyden, demócrata de Oregón, dijo que planea reunirse con los demócratas del comité este jueves para discutir el camino a seguir.
La senadora demócrata Elizabeth Warren precisó en un discurso pronunciado el lunes: “la lucha fiscal de 2025 creará una gran oportunidad para romper con décadas de ortodoxia política de recortes fiscales y remodelar el código tributario para que refleje los valores de nuestra nación subiendo los impuestos a los ricos. Eso es lo que exigen los estadounidenses de todo el país, eso es por lo que Joe Biden es candidato, y esa es una razón de peso por la que Joe Biden ganará en noviembre. El año que viene debemos subir los impuestos a las grandes empresas y a los multimillonarios”.
El representante Pat Ryan, demócrata por Nueva York, que representa a un distrito suburbano oscilante, indicó que con los “perjudiciales” recortes de impuestos de Trump que expiran, “2025 es un año en el que finalmente podemos hacer que los ultra ricos y las grandes corporaciones paguen su parte justa”.
Ryan aseguró que es esencial traer más ingresos al Tesoro para proteger la Seguridad Social y Medicare a largo plazo, y acusó a los republicanos de querer reducir los beneficios de jubilación “para pagar estos rescates y exenciones fiscales” para los ricos.
“Así que es un golpe a la gente trabajadora y al 99% del pueblo estadounidense”, afirmó Ryan.
Mientras tanto, los republicanos se alinean detrás de la presión de Trump para continuar con las exenciones fiscales en todos los ámbitos.
“Tenemos que extender estos recortes fiscales”, mencionó el representante Ralph Norman, republicano por Carolina del Sur, que forma parte del Comité de Reglas, que decide qué proyectos de ley se votan en el pleno de la Cámara. “Lo haremos con Trump. Con Biden, no”.
El senador Mike Crapo, republicano por Idaho, miembro de mayor rango del Comité de Finanzas, que podría convertirse en presidente si los republicanos se hacen con el control del Senado, rechazó la petición de Biden de aumentar los impuestos a las rentas superiores a 400,000 dólares.
“No, no estoy dispuesto a hacerlo”, avisó Crapo.
El senador indicó que los recortes fiscales podrían requerir “algunos ajustes” si se prorrogan, “pero no voy a poner ninguna línea arbitraria”.
El representante Andy Barr, republicano por Kentucky, agregó que le gustaría ver los recortes de impuestos de Trump “permanentes” y construir sobre ellos. “Me gustaría ver más y más agresivos recortes de impuestos por el lado de la oferta, recortes de impuestos orientados al crecimiento”, agregó. “También me gustaría ver reducciones de impuestos sobre las ganancias de capital más inteligentes”.