El Departamento de Justicia de Estados Unidos hizo pública este martes una acusación de 10 cargos contra 24 miembros del Cártel de Sinaloa en Los Ángeles, California, por su presunta participación en la denominada «Operación Fortune Runner», una conspiración entre la mafia bancaria china y el CDS para lavar dinero ilícito.
De acuerdo con la información publicada en la página oficial de la institución, la sede del Cártel habría conspirado con casas de cambio clandestinas de China para lavar más de 50 millones de dólares procedentes del negocio del narcotráfico.
“Durante la conspiración, más de 50 millones de dólares procedentes del narcotráfico circularon entre los socios del cártel de Sinaloa y las casas de cambio clandestinas chinas”, informa la Departamento de Justicia.
Además del dinero, las fuerzas de seguridad incautaron se han incautado 302 libras de cocaína, 92 libras de metanfetamina, tres mil pastillas de éxtasis, 44 libras de psilocibina (hongos alucinógenos), numerosas onzas de ketamina, tres fusiles semiautomáticos con cargadores de gran capacidad y ocho pistolas semiautomáticas.
Los supuestos criminales implicados en esta conspiración huyeron de Estados Unidos el año pasado; sin embargo, habrían sido detenidos por las fuerzas de seguridad mexicanas y estadounidenses recientemente.
Según la institución estadounidense, desde años atrás comenzó la investigación sobre la llamada «Operación Fortune Runner», por la que se imputa a 24 miembros del Cártel de Sinaloa —exliderado Joaquín “El Chapo” Guzmán— por cargos de conspiración para colaborar en la distribución de cocaína y metanfetamina; conspiración para blanquear instrumentos monetarios; y un conspiración para explotar una empresa de envío de dinero sin licencia.
La acusación indica que una red de blanqueo de capitales vinculada al Cártel de Sinaloa recaudaba, y transfería dinero a la banca clandestina china, la cual procesaba el dinero procedente de negocios del narcotráfico y lo ocultaba.
El principal acusado de la conspiración es Edgar Joel Martínez Reyes, de 45 años y residente en el este de Los Ángeles, quien junto a compañeros del Cártel habría organizado el lavado de dinero, además de recurrir a otros métodos como la «estructuración» de activos para evitar los requisitos federales de información financiera y la compra de criptomoneda.
«La búsqueda de dinero y la codicia es lo que mueve a los cárteles mexicanos, responsables de la peor crisis de la droga en la historia de Estados Unidos», declaró Anne Milgram, administradora de la DEA.
La audiencia de 20 de los implicados se realizaría en las próximas semanas en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos en el centro de Los Ángeles.