El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró este martes que está “al 100” en su salud tras haberse realizado un chequeo médico el lunes, aunque reconoció que tiene “achaques”.
Fui a darme un chequeo médico. (Estoy) al 100, muy bien de salud, es que periódicamente ya ven que uno está lleno de cosas, de achaques. Dicen mis adversarios que estoy chocheando, y hay que cuidarse, vale más prevenir”, expuso el mandatario durante su conferencia de prensa matutina.
La salud del gobernante mexicano ha sido un tema muy polémico durante su sexenio (2018-2024), pues se ha contagiado en tres ocasiones de COVID-19 y en abril del año pasado alertó de un “vaguido” (desmayo) que sufrió durante una gira por Yucatán.
“Hay que hacerse análisis de vez en cuando para ver cómo está el colesterol. Mi asunto tiene que ver con la hipertensión, con el corazón, porque ya me dio un infarto hace 10 años”, comentó López Obrador.
Abundó que tiene que hacerse revisiones médicas de forma periódica, pues por el infarto le colocaron un stent, un dispositivo de soporte que se coloca dentro de los bazos sanguíneos que rodean al corazón.
“Se piensa que hay que cambiarlo (el stent) pero depende de lo que coma uno y también de los fármacos para que no haya colesterol, acumulación de grasas, pero salí muy bien para terminar (el sexenio) y poderme ir a Palenque (en el sureste de México)”, apuntó.
López Obrador padece de hipertensión, en enero de 2022 tuvo un cateterismo, una exploración en el corazón, y en diciembre de 2013 sufrió un infarto agudo de miocardio, por lo que entonces tuvo una cirugía coronaria.
En 2022, el grupo de hackers de Guacamaya Leaks obtuvo información de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y desveló los padecimientos del presidente, incluyendo episodios de emergencia por los que tuvo que trasladarse para recibir atención médica.
También se detallaron sus diagnósticos por gota en septiembre de 2021 y por hipotiroidismo en diciembre de ese mismo año.