El presidente Joe Biden planea anunciar el martes una nueva política que podría eliminar la amenaza de deportación para miles de personas casadas con ciudadanos estadounidenses, una acción agresiva en un año electoral que pedían muchos demócratas.
Biden encabezará el martes un evento en la Casa Blanca para celebrar una directriz de la era del expresidente Barack Obama que ofrecía protecciones contra la deportación a algunos jóvenes inmigrantes, y anunciará el nuevo programa en ese momento, según tres personas que fueron informadas sobre los planes de la Casa Blanca. La política permitirá que aproximadamente 490.000 cónyuges de ciudadanos estadounidenses tengan la oportunidad de solicitar un permiso de permanencia temporal en el país, que los proteja de las deportaciones y les ofrezca permisos de trabajo si han vivido en el país durante al menos 10 años, según dos de las personas. Todos hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a discutir el anuncio públicamente.
La Casa Blanca se negó a comentar sobre el anuncio el lunes.
Se espera que familias que pudieran beneficiarse de las acciones de Biden asistan al evento de la Casa Blanca el martes por la tarde.
Funcionarios del gobierno sopesan desde hace tiempo varias opciones para ofrecer protección a los inmigrantes que carecen de estatus legal en Estados Unidos pero que tienen vínculos de larga data, incluso después de que la Casa Blanca anunció hace poco una propuesta que básicamente detuvo el procesamiento de solicitudes de asilo en la frontera entre Estados Unidos y México.
Biden haría uso de una facultad que no sólo brinda protección contra la deportación y permisos de trabajo, sino que también elimina una barrera legal para permitir que los inmigrantes que cumplan ciertos requisitos soliciten la residencia permanente y, eventualmente, se naturalicen. Es un poder que ya se ha utilizado para otras categorías de inmigrantes, como los miembros del ejército o sus familiares que carezcan de estatus legal.
También se espera que Biden anuncie una política para hacer que los beneficiarios del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) sean elegibles para visas, en lugar de la autorización de trabajo temporal que reciben actualmente, según dos de las personas informadas.