China informó el lunes (17.06.2024) de un choque entre un navío suyo y un barco filipino cerca de las islas Spratly, en el disputado mar de China Meridional. Sin embargo, las fuerzas armadas filipinas calificaron la versión de Pekín como «falsa y engañosa».
«El barco filipino de reabastecimiento ignoró varias advertencias serias del lado chino», indicó la guardia costera de Pekín en un comunicado en el que dio a conocer el supuesto percance. En él señala que la nave filipina se «acercó al navío chino de manera poco profesional, resultando en una colisión».
China acusó al barco filipino de «entrar ilegalmente al mar cercano al arrecife Ren’ai en las islas Nansha de China», el nombre con que Pekín identifica a las islas Spratly. «La guardia costera china tomó medidas de control contra el barco filipino acorde con la ley», agregó. «La responsabilidad por todo esto recae completamente en el lado filipino”, señala el texto.
Pero las Fuerzas Armadas de Filipinas afirmaron en un comunicado que «no dignificaremos la falsa y engañosa versión de la guardia costera china». El portavoz Xerxes Trinidad dijo que no se entregarían detalles de la operación de reabastecimiento en el arrecife, conocido como atolón Second Thomas.
Filipinas considera esa región como parte de su zona económica exclusiva y señala que la presencia de guardacostas chinos es ilegal. Además, acusa a la potencia asiática de aumentar la tensión regional con sus acciones y critica las «actitudes agresivas permanentes” de las fuerzas chinas.
Pekín reivindica casi todo el mar de China Meridional -a pesar de que un fallo internacional de 2016, emitido por el Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya, niega su reivindicación- y rechaza los reclamos territoriales de varios países del sudeste asiático, incluidos Taiwán, Brunéi, Malasia, Vietnam y Filipinas.