La escasez de dólares, la incertidumbre en la provisión de los combustibles y la inflación de alimentos y medicamentos están desesperando a muchos bolivianos y ha motivado la convocatoria de comerciantes a multitudinarias manifestaciones en La Paz y otras ciudades de Bolivia, mientras que los camioneros han llamado a bloquear carreteras y fronteras desde el lunes.
Arce se reunió por varias horas, el sábado 15 de junio, con dirigentes del transporte cooperativizado y dijo en su cuenta de X que alcanzaron los acuerdos “en beneficio del sector”, a la vez que coincidieron en que no se deben adoptar medidas de presión que afecten la economía.
El dirigente del sector Ronald García reveló que hay un acuerdo para que su sector de transportistas acceda directamente a dólares de las reservas del Banco Central para realizar sus operaciones internacionales y contó que Arce dijo que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ayudará a Bolivia a garantizar la provisión de combustibles.
El gobernante se reunirá, este domingo 16 de junio, con otros sectores de los camioneros, que mantienen su llamado a bloquear carreteras y fronteras.
Mientras que el lunes arribará a La Paz una marcha de comerciantes quienes reclaman soluciones de fondo al tema los dólares, ya que el sector necesita esa moneda para sus importaciones.
Ese mismo día, además, los hospitales del Estado comenzarán una huelga de 4 días por el rechazo de los médicos a una reforma al sistema de jubilaciones, que plantea retiros obligatorios a los 65 años.
El presidente y sus ministros niegan que el país viva una crisis y han culpado a las fuerzas contrarias de tratar de crear un caos económico con sus cuestionamientos, pero el expresidente Evo Morales, los opositores y los analistas económicos sostienen que el país sí está viviéndola.
Desde el Gobierno, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, fue más allá estos días al afirmar que se está gestando un “golpe blando a la economía” a instancias de EE. UU. y en alianza con fuerzas contrarias en la Asamblea Legislativa porque los parlamentarios rechazan aprobar créditos por 900 millones de dólares.
“Con toda claridad, todo esto es un plan que viene desde la Embajada de Estados Unidos, hay que señalarlo con toda claridad, y hay otras embajadas que están de alguna manera involucradas en un plan de golpe blando a la economía”, declaró.
La declaración de Montenegro mereció que la embajada norteamericana desmintiera la información y lamentara en su cuenta en X “que una autoridad de gobierno acuse a una misión diplomática sin ningún fundamento”, al tiempo que esa legación ratificó su “compromiso con la democracia y el respeto a la soberanía de Bolivia”.