El Partido Republicano agitó este jueves el fantasma del fraude electoral, que desde 2020 alega sin pruebas el expresidente de Estados Unidos Donald Trump, y lanzó una campaña para reclutar observadores electorales que se encarguen de «defender el voto» en los comicios del próximo 5 de noviembre.
Lara Trump, copresidenta del Comité Nacional Republicano y nuera de Donald Trump, presentó la iniciativa en un suburbio de Detroit, en el estado clave de Míchigan, donde el demócrata Joe Biden se impuso al republicano por un estrecho margen en las últimas elecciones.
La campaña pretende reclutar a unos 100.000 voluntarios que acudan a los colegios electorales en noviembre, cuando se reeditará el duelo entre Biden y Trump, para supervisar el transcurso de la votación y el conteo de los votos.
La sede del Partido Republicano del condado de Oakland, a las afueras de Detroit, acogió este viernes un primer taller para formar a un puñado de voluntarios.
Lara Trump dijo en una rueda de prensa que su suegro es «el mejor candidato» para el partido y se mostró convencida de que movilizará a los electores a salir a depositar su voto, pero alegó que el proceso de 2020 «dejó muchas cuestiones abiertas».
«Queremos que cuando la gente vaya a votar sienta que su voto será contabilizado y queremos lanzar un mensaje: si tú eres una persona que quiere cometer fraude, te vamos a encontrar y te caerá todo el peso de la ley», expresó.
Es habitual que tanto los demócratas como los republicanos recluten a voluntarios para supervisar colegios electorales, pero la retórica de un eventual fraude es algo nuevo de los últimos años.
Donald Trump (2017-2021), quien sostiene de forma infundada que ganó las elecciones de 2020, está imputado por haber intentado revertir su derrota y haber instigado el asalto al Capitolio de 2021, en el que una turba de sus seguidores atacó el Congreso para intentar frenar la ratificación del triunfo de Biden.
En un mitin la semana pasada en Las Vegas, el republicano afirmó que la única forma de que los demócratas ganen en noviembre sería haciendo trampas.
El Partido Demócrata cree que Trump representa una seria amenaza para la democracia en Estados Unidos y acusa a los republicanos de querer enviar voluntarios a los colegios para amedrentar a los votantes.
Michael Whatley, presidente del Comité Nacional Republicano, negó que la campaña iniciada este viernes se trate de un plan para intimidar ni a electores ni a funcionarios electorales, y prometió que los observadores «respetarán a los votantes».
El dirigente afirmó que las peticiones que el Partido Republicano hace son cuestiones de «sentido común», como que se exija una identificación oficial a los votantes, que solo puedan votar los ciudadanos estadounidenses y que el voto por correo sea protegido.
Trump se ha opuesto siempre al voto anticipado y al voto por correo, que batió récords en 2020 por la pandemia de covid-19, al sostener que esta forma de votación es más susceptible al fraude.
Sin embargo, ante lo ajustadas que se prevén las próximas elecciones, el republicano cambió de opinión y en un mensaje dirigido a sus votantes en abril dijo que «todas las opciones son buenas».
Uno de los participantes en el taller de los republicanos, que prefirió no dar su nombre, dijo a EFE estar convencido de que el candidato que pierda, sea Trump o Biden, no admitirá su derrota y opinó que el país vive un clima de preguerra civil.