El Departamento de Justicia informó este viernes que no presentará cargos contra el fiscal general, Merrick Garland, tras ser declarado en desacato al Congreso por negarse a entregar el audio de la entrevista del presidente, Joe Biden, relacionado con su manejo de documentos clasificados.
Las acciones de Garland, dijo el departamento, “no constituyeron un delito”.
Así lo indicó un funcionario del Departamento de Justicia en una carta enviada al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, luego de que este órgano legislativo votara a favor de declarar a Garland en desacato al Congreso por negarse a entregar el audio.
En el último día para cumplir con la citación de los republicanos para que entregara el audio, la Casa Blanca bloqueó este intento, invocando el privilegio ejecutivo. Además, aseguró que los republicanos en el Congreso sólo querían las grabaciones “para trocearlas” y utilizarlas con fines políticos.
Los republicanos se indignaron cuando el fiscal especial Robert Hur se negó a procesar a Biden por su manejo de documentos clasificados y rápidamente abrieron una investigación al respecto. Los legisladores del Partido Republicano, encabezados por los congresistas Jim Jordan y James Comer, enviaron una citación para obtener el audio de las entrevistas de Hur con Biden durante la primavera.
Pero el Departamento de Justicia sólo entregó algunos de los registros, dejando fuera el audio de la entrevista con el presidente.
El fiscal general ha dicho que el Departamento de Justicia ha hecho todo lo posible para proporcionar información a los legisladores sobre la investigación de Hur. Sin embargo, Garland dejó claro que la divulgación del audio podría poner en peligro futuras investigaciones delicadas y de alto perfil al hacer que los futuros testigos se preocupen por cooperar con las autoridades.
Garland es el tercer fiscal general al que se acusa de desacato al Congreso. Ya se esperaba que el Departamento de Justicia, el mismo que Garland supervisa, no lo procesara. Antes que él, el último fiscal general acusado de desacato fue Bill Barr en 2019, cuando la Cámara estaba controlada por los demócratas.
El fiscal especial en el caso de Biden, Hur, pasó un año investigando la retención indebida de documentos clasificados por parte del presidente, desde su época como senador y luego como vicepresidente. Hur indicó que no encontró pruebas suficientes para llevar el caso ante los tribunales.
Una transcripción de la entrevista de Hur mostraba a Biden teniendo dificultades para recordar algunas fechas y confundiendo ocasionalmente algunos detalles —algo que sus antiguos aliados aseguraron que ha hecho durante años tanto en público como en privado—, pero mostrando por lo demás una gran capacidad de memoria en otras áreas.
Biden y sus cercanos son especialmente sensibles a las preguntas sobre su edad. A sus 81 años, es el presidente de más edad en la historia del país, y aspira a otro mandato de cuatro años.