Japón promulgó este viernes una reforma de su controvertida ley de trabajadores extranjeros con medidas que permiten a los asalariados foráneos extender su estancia en el archipiélago, una acción motivada por la falta de mano de obra que sufre el país fruto de estar entre los más envejecidos del mundo.
La reformada ley sustituye al anterior programa de capacitación de pasantes técnicos y busca tanto atraer y retener talento extranjero, en una carrera amenazada por la competencia de naciones vecinas, como ayudar a empleados con poca experiencia a pasar a formar parte tras tres años en Japón del plan nacional de trabajadores con habilidades específicas.
El programa previo, vigente desde 1993, resultaba controvertido por ser visto como una vía para que el país importase mano de obra barata, en medio de escándalos por impagos, jornadas prolongadas y otros abusos.
La reforma entrará en vigor en un máximo de tres años desde su promulgación y permitirá que los asalariados de otras nacionalidades puedan cambiar de empleo dentro de su sector si cumplen ciertos requisitos y demuestran haber trabajado más de un año en el país y saber japonés.
La ley anterior, en cambio, restringía los cambios de empleador, lo que provocó el abandono de muchos pasantes. En 2022, más de 9.000 técnicos dejaron sus puestos, según detalles aportados por la agencia de noticias local Kyodo.
Las empresas privadas quedarán excluidas de facilitar transferencias de trabajadores para evitar que intermediarios puedan aprovecharse de ellos, y las organizaciones supervisoras que acepten candidatos extranjeros deberán nombrar auditores externos para mejorar la rendición de cuentas, también según Kyodo.
El programa de trabajadores con habilidades específicas al que la reforma facilita que los pasantes accedan bajo ciertas condiciones incrementó recientemente las industrias cubiertas y cuenta con dos tipos de visado, uno con el que pueden obtenerse hasta cinco años de residencia y otro que otorga la permanente.
Japón contaba a finales de 2023 con 404.000 pasantes técnicos, un 24,5 % más que en 2022, según datos de la Agencia de Servicios de Inmigración recogidos por Kyodo, mientras que el programa de trabajadores con habilidades específicas incluía a 208.000 personas, un 59,2 % más que el año anterior, 37 de los cuales, únicamente, tienen el estatus de residencia permanente.
En plena crisis demográfica, el ritmo al que aumenta la mano de obra foránea en el país asiático viene acelerándose en los últimos años y el total de trabajadores extranjeros que acumula Japón superó en enero por primera vez los dos millones.
Con el nuevo programa, que incluye también medidas previamente anunciadas por el Ejecutivo nipón para revocar los estatus de residencia permanente de individuos que no paguen impuestos o seguridad social, se espera que aumente el número de residentes permanentes.