El expresidente estadounidense Donald Trump regresó este jueves a Washington para delinear con congresistas republicanos y empresarios estrategias económicas y de seguridad nacional como parte de su amplio plan para los próximos cuatro años, de llegar a la Casa Blanca.
Trump recibió este jueves una efusiva bienvenida de los congresistas republicanos a su regreso a Washington, quienes le cantaron por adelantado el «cumpleaños feliz» en un club privado cerca del Capitolio. El viernes cumple 78 años y dio las gracias por el especial recibimiento.
Republicanos cierra filas
«Gran reunión con congresistas republicanos. Se habló de mucho, todo positivo, ¡grandes números en las encuestas!», publicó Trump en la red social Truth Social.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, acusó una vez más a los demócratas de estar detrás de los dos casos penales federales y los dos estatales contra Trump.
«Recaudó 53 millones de dólares en las primeras 24 horas después del veredicto en ese terrible y falso juicio en Manhattan. Y creo que eso demuestra que la gente entiende lo que está pasando aquí«, dijo Johnson a periodistas tras la reunión.
Después del veredicto en Manhattan, el exmandatario recaudó en apenas tres días más de 200 millones de dólares. Mas del 35% fueron nuevos donantes y nunca antes habían dado dinero a ningún político ni para actividades políticas, lo que respalda el contundente apoyo al candidato presidencial republicano.
Trump también dialogó en la tarde con senadores y ejecutivos de grandes empresas.
Son las primeras reuniones de Trump con congresistas cerca del Capitolio desde que dejó la Casa Blanca en 2021.
Los encuentros se centraron en «garantizar la seguridad en la frontera sur y recortar impuestos a las familias trabajadoras para recuperar la economía en auge del primer mandato del presidente Trump», dijo una portavoz de su campaña.
«Gran reunión con congresistas republicanos. Se habló de mucho, todo positivo, ¡grandes números en las encuestas!», publicó Trump en la red social Truth Social.
Siguen investigaciones sobre la familia Biden
Tras el insólito veredicto en Manhattan, los republicanos han cerrado filas y arreciaron las acciones contra el Departamento de Justicia que califican de dos niveles y de corrupto. Ahora su secretario Merrick Garland ha sido acusado de desacato ante el Congreso por negarse a entregar los videos de la entrevista del fiscal especial Robert Hur al presidente Joe Biden.
Los miembros del partido en la Cámara de Representantes defenderán su mayoría en la Cámara Baja en las elecciones de noviembre, mientras que en el Senado confían en arrebatar la mínima ventaja a los demócratas, mucho más después de la renuncia de los tres senadores Bob Menéndez, Joe Manchin y kyrsten Sinema.
Los republicanos siguen las investigaciones a la familia Biden por alta corrupción y por poner en peligro la seguridad nacional de EEUU. El foco se centra en Hunter Biden, Joe Biden y James Biden, el hijo y el hermano del actual inquilino de la Casa Blanca.
El expresidente expuso sus argumentos a favor de un mayor protagonismo de los empresarios si él gana las elecciones en noviembre. Así recalcó a miembros de Washington Business Roundtable.
Asesores de campaña de Trump dijeron que el exmandatario abordó en detalles la reconstrucción del «sueño americano» en EEUU, entre muchos asuntos mediante la reducción de impuestos a la clase media, recortes «récord» de la regulación, controlar de cerca el comercio justo entre EEUU y el resto del mundo, creación de energía, baja inflación, mejores salarios y la restauración del estado de Derecho.
El chiste del día
Por su parte el equipo de campaña de Biden aprovechó para emitir un comunicado contra Trump, en el que compara las pérdidas masivas de empleo del republicano durante la pandemia con la recuperación económica bajo el mandato del demócrata.
El argumento anterior de la Casa Blanca es a modo de chiste mediante la manipulación y mentiras típicas de las izquierdas.
Hoy EEUU, luego de casi cuatro años, no ha podido salir de la peor inflación en casi cinco décadas creada por el gobierno de Joe Biden en su guerra contra las petroleras, una crisis bancaria, crisis inmobiliaria con un desplome de ventas por más de dos años.
La morosidad de pagos de préstamos y los desalojos se encuentra en niveles nunca vistos; los consumidores sufren las peores tasas de interés en 23 años; contracción sin precedentes de la industria durante casi dos años y no termina; crisis de la escasez de productos y de mano de obra en 2021 y 2022, déficit comercial récord durante tres años.
La inaudita crisis en la frontera creada por los demócratas y la extrema izquierda ha costado a los contribuyentes más de 650.000 millones de dólares en poco más de tres años, junto a una reducción superior 26% del poder adquisitivo de los estadounidenses por una histórica escalada de precios que no concluye.
El gobierno de Joe Biden no puede tener peor gestión económica. Resulta sólo comparable con el mandato de Jimmy Carter, que quedó atrás ante el desastre de la actual administración.
Hoy más del 64% de los estadounidenses apenas llega a fin de mes, y cada vez más personas tienen que acudir a dos o más trabajos para poder costear sus gastos fijos y con deudas impagables. Una situación impensable apenas cinco años atrás.
Al parecer, los asesores de la Casa Blanca y de campaña electoral no le han dicho a Joe Biden que más del 78% de los americanos en casi todas las encuestas nacionales desaprueba su gestión presidencial, y en específico se refieren a la economía e Inmigración, donde se ha permitido la entrada al país de casi 10 millones de ilegales (los detectados), para luego deportar en grandes cifras a costa también del bolsillo de los contribuyentes.