El cacao no es lo mismo que la cocoa. El primero es el fruto del árbol de cacao que se procesa mínimamente para ser consumido. El segundo es el polvo del cacao que se tuesta a alta temperatura y es típicamente complementado con aditivos para reducir su amargura.
El cacao tiene propiedades nutricionales superiores y muchísimos beneficios para nuestra salud. Además de ser delicioso, es considerado un superalimento porque es una rica fuente de flavonoides, magnesio, zinc, hierro, potasio, fibra y proteínas. Sus poderosos agentes antioxidantes y antiinflamatorios ofrecen entre muchos otros, protección neuronal, inhiben la fatiga mental, y mejoran la cognición y el estado de ánimo. Otros beneficios incluyen la reducción de la liberación de inmunoglobulina E en las respuestas alérgicas, afectando positivamente la respuesta inmune y el crecimiento de bacterias buenas en el intestino.
¿Ok, pero todas esas maravillas están presentes en todos los productos que contienen cacao? Pues no. Todo depende de la calidad y de la lista de ingredientes que contengan esos productos.
¿Cómo reconocer un buen chocolate?
Uno puro (100%) sólo debe tener licor de chocolate (y si es orgánico, siempre será mejor).
Si tiene menos de 100%, puede incluir un endulzante (mi favorito es el azúcar de coco orgánico) y manteca de cacao orgánica. También puede incluir otros ingredientes naturales dependiendo de si tienen sabores añadidos como nueces, frutas deshidratadas, quinua, extractos como de vainilla, etc. Cualquiera que sea el tipo de chocolate que elijas, no debe contener ningún aditivo, edulcorantes artificiales, soya, lecitinas, lácteos, gluten, o ingredientes que no puedas pronunciar.
¿Cuál es el origen del cacao?
El cacao nació en la cuenca amazónica y se extendió al norte, llegando a América Central. Allí las culturas mesoamericanas lo transformaron en una bebida mística llamada xocolatl. El cacao era tan valioso que se usaba incluso como moneda.
Se debate si el cacao y el azúcar se combinaron por primera vez en 1529, en el taller de un instituto religioso de Oaxaca, que luego se transformó en el convento de Santa Catalina de Siena, o más tarde, en 1534, en las cocinas del Monasterio aragonés de Piedra. Cuentan las crónicas que las primeras semillas de cacao fueron enviadas a Europa, al Monasterio de Piedra, por Fray Jerónimo de Aguilar junto con la receta del xocolatl, causando sensación en todo el continente y el mundo entero.
Existen dos tipos de cacao: el común y el de fino aroma. El primero se vende en grandes cantidades en todo el mundo con el 70% de la producción ubicada en África.
El de fino aroma hace un chocolate de calidad superior, en el que se pueden saborear notas herbales, frutales e incluso se pueden distinguir notas de miel. Se cree que su origen genético proviene del sur del Perú y que fue transportado a través de los ríos hasta la selva amazónica.
Así que, después de conocer un poco más sobre el cacao, ¿qué te parece si la próxima vez que compremos un chocolate empezamos por leer la lista de ingredientes?