Cuando hablamos de tocino, nuestros sentidos automáticamente nos transportan al desayuno. Empezamos a salivar con sólo pensar en el olorcito que desprenden en la sartén, listos para acompañar a ese par de huevos fritos que esperan en el plato junto a un trozo de pan, ¿verdad? Perdón por arruinar tan sublime momento, pero quiero recordarte algunos detalles sobre el tocino que consumimos hoy en día.
El tocino real, como se creó y se consumió en sus inicios no es más que vientre de cerdo, sal y algunas especies. Hoy en día la industrialización, en su afán de ganar más dinero, ha convertido comida realmente increíble en productos tóxicos para el ser humano.
El tocino que encontramos en los supermercados está hecho de cerdo de muy mala calidad. Contiene azúcar refinada, además de azúcar escondida bajo otros nombres, saborizantes, colorantes, aditivos con nombres impronunciables y los temidos nitritos. Estos actúan para limitar el crecimiento bacteriano y sirven para darle un bonito color rojo a los productos cárnicos y aportar más sabor, pero son altamente cancerígenos.
No obstante, hay buenas noticias. También tenemos en el mercado muchas marcas que se preocupan por la calidad de sus ingredientes y nuestra salud, así que sí es posible comer ese soñado plato de huevos con tocino y pan para el desayuno, pero debemos aprender a identificar el buen tocino y para eso debes buscar que sus ingredientes sean sólo cerdo (que no haya recibido hormonas, antibióticos ni haya sido alimentado con granos transgénicos), sal y especias (con nombres propios, como por ejemplo apio, paprika, etc.) ¡nada más!. ¿Y sabes qué? También puedes hacerlo en casa, como se hacía antes.
Esos maravillosos ingredientes por supuesto van a ser más costosos, pero estás invirtiendo en tu salud. Cada vez que tomas una decisión en el supermercado es una decisión que afectará tu salud hoy y mañana. Y no me cansaré de repetirlo: cuando empiezas a elegir mejores ingredientes (comida real) dejarás de comprar esos productos ultra procesados que comprabas antes, porque te sentirás mejor, tendrás más salud y más energía y no querrás volver atrás.
Volvamos a ese delicioso desayuno del que estábamos hablando. Mis hijas siempre prefieren los desayunos salados a los dulces (¡una sabia decisión!) y después de muchos huevos fritos con pan de semillas, gluten free y orgánico, quisimos variar un poco y este muffin se ha convertido en otro de los favoritos con tocino en mi casa.
Muffins de tocino y aceitunas (paleo)
Ingredientes
- 46 g (1,62 oz) tocino cocido sin curar y sin azúcar (Butcher Box, o Applegate)
- 50 g (1,76 oz) harina de cassava (Otto’s)
- 135 g (4,76 oz) harina de almendras
- 23 g (0,81 oz) harina de coco
- 30 g (1 onza) arrowroot
- 1 cucharada levadura nutricional
- 1/4 cucharadita de romero seco
- 1 1/2 cucharadita polvo de hornear casero (receta en mi libro de cocina)
- 1/4 taza + 1 cucharada aceite de oliva extra virgen
- 4 huevos a temperatura ambiente
- 1/4 taza leche de almendras casera
- 1 cucharadita sal
- 68 g (2,4 oz) aceitunas Kalamata o aceitunas botija peruanas picadas
- Semillas de hemp al gusto
Preparación
- Precalentar el horno a 350 F
- Cocinar el tocino en una sartén a fuego bajo hasta que desprenda toda la grasa y quede muy crujiente. Pícalo y deja que enfríe
- Coloca en un bol la harina de almendras, la harina de coco, cassava, arrowroot, el polvo para hornear, la levadura nutricional, la sal y el romero. Mezcla bien
- En otro bowl, coloca los huevos y con un batidor de alambre revuélvelos levemente. Agrega el aceite de oliva y la leche
- Añade los ingredientes secos y mezcla bien
- Una vez bien incorporado, agrega las aceitunas picadas y el tocino
- Vierte la masa en moldes para muffins y espolvoree con semillas de hemp
- Hornea por 35 minutos o hasta que, al insertar un palillo, éste salga limpio
- Servir caliente (¡con un par de huevos fritos!)