No es ningún secreto, los republicanos extremistas de MAGA han asumido el control de la Corte Suprema. Una mayoría radical está tomando decisiones que sobrepasan el precedente judicial e impactan negativamente a millones de personas. La semana pasada, la Corte Suprema limitó severamente la autoridad de la Agenda de Protección Ambiental (EPA) para reducir la contaminación climática de las centrales eléctricas, un fuerte golpe para disminuir las mayores fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Qué significa eso para nosotros? ¿Para los latinos, las mamás, los trabajadores, las familias… todos nosotros? Significa que el gobierno tendrá una autoridad menor para obligar a los contaminadores a disminuir los productos químicos tóxicos, limitando su capacidad de tomar medidas que nos protejan.
La decisión de la semana pasada sobre la Ley de Aire Limpio, es el resultado de una campaña de años por parte de las grandes petroleras, para aumentar sus ganancias al disminuir nuestras salvaguardas climáticas. Los intereses privados han establecido una mayoría de extrema derecha (MAGA) en la Corte Suprema que favorece los intereses de las industrias contaminantes, todo a expensas de nuestro bienestar y resiliencia climática. Si bien este peligroso fallo afectará a todos los estadounidenses, nadie se verá más afectado que las comunidades de color, como los latinos.
La Ley de Aire Limpio ha mejorado enormemente la calidad del aire en nuestros vecindarios, con beneficios anuales incluyendo la prevención de hasta 370,000 muertes prematuras y 189,000 menos admisiones al hospital por enfermedades cardíacas y respiratorias. La capacidad de la EPA para regular la contaminación de las centrales eléctricas alimentadas por gas natural y carbón ha sido clave para lograr esto.
Dos de cada cinco latinos viven a menos de 30 millas de una planta de energía. Los desechos de cenizas de carbón provenientes de estas centrales, pueden contener arsénico, boro, plomo, mercurio y otros metales pesados que son tóxicos para los humanos y están asociados con riesgos para la salud a largo plazo, incluyendo el daño al riñón, al estómago y al sistema nervioso. Además, los latinos recibimos el 15% de los riesgos de exposición a la contaminación de estas instalaciones contaminantes en nuestras comunidades, pero sólo obtenemos el 9.8% de los empleos.
Este es un golpe para todas las familias latinas, independientemente de nuestra afiliación política. Un golpe para los niños latinos que ya tienen el triple de posibilidades de sufrir asma que los niños blancos y cuyo futuro saludable depende en gran parte de nuestra capacidad para combatir el cambio climático.
La jueza Kagan, una de los disidentes de la decisión, no podría haberlo explicado mejor:
«Y digamos lo obvio: lo que está en juego aquí es mucho. Sin embargo, hoy, la Corte impide la acción de la agencia autorizada por el Congreso para frenar las emisiones de dióxido de carbono de las centrales eléctricas. La Corte se nombra a sí misma, en lugar del Congreso o la agencia experta, la que toma las decisiones sobre la política climática. No se me ocurren muchas cosas más aterradoras. Respetuosamente, disiento».
Esta es precisamente la razón por la que las elecciones son importantes. Nuestros votos eligen a las personas que nombran a los Magistrados de la Corte y a las personas que los confirman en el Senado, y la decisión que vimos la semana pasada fue un resultado directo de eso.
¿Qué se puede hacer ahora? El Congreso todavía puede actuar y apoyar una legislación que aborde el cambio climático y el aumento de la producción de fuentes de energía limpia de fabricación estadounidense como la eólica y la solar. La salud de nuestra comunidad está en juego y los legisladores que elegimos para representarnos, para protegernos, necesitan actuar.