El superintendente de Salud de Colombia, Luis Carlos Leal, informó este jueves que, tras la reciente intervención de tres entidades prestadoras de salud (EPS), Sanitas, Nueva EPS y SOS, encontraron inconsistencias en sus cuentas.
En abril pasado la Supersalud intervino varias EPS por insolvencia, entre ellas Sanitas, que pertenece a la empresa de origen español Keralty y tiene 5,8 millones de afiliados en Colombia, y Nueva EPS, la mayor empresa del sector en el país, que tiene 10,9 millones de afiliados.
Las EPS son empresas que hacen de intermediarias entre el Estado y los pacientes para la prestación de servicios de salud, por los cuales reciben transferencias de dinero público.
En el caso de Sanitas, precisó Leal, encontraron «un incremento en los gastos operativos que no tiene una adecuada justificación, es decir, el balance al final del ejercicio mostraba pérdidas de más de 400.000 millones de pesos (unos 101 millones de dólares)».
Además, indicó que Sanitas estaría pagando «mejoras en infraestructura que no hace parte de la EPS pero sí hace parte de centros de salud que prestan servicios y que deberían autogestionar y con los recursos que le son pagados por la prestación de servicios».
«No hay una descripción ni un análisis de la población afiliada especialmente en sus condiciones sociales y económicas, calidad de vida, patologías, factores de riesgo y riesgo materializado cuando no se hace esta caracterización adecuada no hay cómo crear un plan para poder incidir en que la población tenga una adecuado estado de salud», dijo Leal en una rueda de prensa.
En cuanto a Nueva EPS, la más grande de Colombia, el hallazgo «más relevante» es «el ocultamiento de cerca de 5 billones de pesos en facturas que se encontraban en gaveta, así que no habían sido legalizadas al interior del sistema».
Esto «genera múltiples dudas frente a cómo fue el manejo oportuno adecuado en materia financiera y en los estados y en los balances que se presentaban».
Además, Leal denunció una práctica de esta EPS llamada «jineteo» que consistía en «para lograr un balance adecuado financiero al terminar el año se ocultaban las facturas del año anterior y se registraban como si fuesen del año». Esto ocurriría, al menos, desde 2019.
Respecto a los hallazgos de la EPS SOS, Leal agregó que se encontraron «múltiples irregularidades» en la contratación en las IPS, las instituciones y centros de salud que prestan el servicio de salud.
A lo que añadió que «la EPS pagaba sin revisar lo que estaba pagando, con un impacto negativo a nivel de la salud de la población, pero además con tarifas muy elevadas de las que se encuentran en el mercado».