El secretario ejecutivo de la ONU para el Cambio Climático, Simon Stiell, advirtió que queda un camino largo por delante para limitar el calentamiento global a 1.5 grados hasta finales del siglo desde los 2.7 grados hacia los que el mundo se encamina, e instó a todos los países que no lo hayan hecho a presentar hasta 2025 planes de adaptación al cambio climático.
“Ahora nos dirigimos a unos 2.7 grados. Esto sigue siendo ruinosamente alto, y queda un largo y empinado camino por delante para llegar a nuestro objetivo compartido de 1.5 (grados) este siglo (…)”, señaló Stiell durante la inauguración de la 60ª reunión de los órganos subsidiarios de la Conferencia Climática de Bonn.
La conferencia, a la que asisten unos 6 mil participantes entre representantes nacionales, ONG y activistas de la sociedad civil, tiene como objetivo impulsar hasta el próximo día 13 avances en cuestiones clave y preparar decisiones para su aprobación en la próxima COP29, que se celebrará en la capital azerbaiyana, Bakú, en noviembre próximo.
Stiell recalcó que para poner todos los componentes del Acuerdo de París a pleno rendimiento hay que alcanzar progresos serios en la financiación, “el gran facilitador de la acción climática”.
“Les insto a pasar del borrador a opciones reales para un nuevo objetivo colectivo cuantificado sobre financiación climática”, indicó, pues “no podemos permitirnos llegar a Bakú con demasiado trabajo aún por hacer”.
Financiación innovadora
Afirmó que la concesión de nuevas subvenciones y formas de financiación en condiciones más favorables para los países en desarrollo debe ir acompañada de reformas financieras mundiales que permitan aliviar la deuda y obtener financiación asequible, y de la búsqueda de fuentes de financiación nuevas e innovadoras.
Stiell consideró además que hay que avanzar hacia mejores mercados de carbono, pues ello permitiría desbloquear más financiación para los planes climáticos nacionales y la adaptación.
Subrayó que la nueva ronda de los planes de Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, en inglés) que deben presentar los países en 2025 “será uno de los documentos políticos más importantes elaborados en lo que va de siglo”.
“Estos planes deben ser más audaces, más ambiciosos, y basarse en lo que ya se ha avanzado. Deberían ser más amplios y abarcar economías enteras y todos los gases de efecto invernadero. Y sus beneficios deben llegar a todos, incluidas las mujeres, los pueblos indígenas, los jóvenes y los más vulnerables a los impactos climáticos que golpean ahora mismo”, insistió Stiell.
El alto cargo de la ONU instó además a todos los países a presentar un Plan Nacional de Adaptación al cambio climático que abarque todos los sectores de la economía y funcione en todas sus sociedades.
Más planes de adaptación
Recordó que hasta la fecha solo 57 Partes han elaborado un plan.
“Para cuando volvamos a reunirnos en Bakú, este número deberá haber aumentado considerablemente. Necesitamos que todos los países tengan un plan para 2025 y que avancen en su aplicación para 2030”, afirmó.
En su opinión, ha llegado el momento de replantearse los Planes Nacionales de Adaptación y de pensar en cómo mejorarlos.
“Una forma es diseñarlos con la clara intención de desbloquear mucha más financiación y apoyos para la adaptación”, sostuvo.
Stiell asimismo consideró que los beneficios de la acción climática deben repartirse equitativamente y por ello el papel de la sociedad civil es esencial, al igual que la igualdad de género.
“Hay muchos obstáculos que superar. Puede ser tentador sentirse desanimado algunos días” en la lucha contra el cambio climático, dijo, pero recalcó que se ha logrado bastante en las últimas tres décadas a través de este proceso convocado por la ONU en Bonn.
“Sin la cooperación internacional convocada por la ONU, estaríamos abocados a un calentamiento global de hasta 5 grados (…)”, dijo.
“Está claro que en la segunda mitad del viaje climático de la humanidad será aún más difícil, y la acción climática tendrá que avanzar a un ritmo más rápido. Así que no podemos permitirnos paradas o desvíos (…)”, urgió el secretario ejecutivo de la ONU para el Cambio Climático.
Nada más acabar su discurso, la presidencia de la conferencia suspendió temporalmente el plenario debido a una protesta no autorizada en el podio -sin interrumpir a Stiell- de dos personas con una bandera palestina y un cartel que se negaban a abandonar la sala escoltadas por personal de seguridad de la ONU pese al llamamiento de la organización.