El presidente del Parlamento georgiano, Shalva Papuashvili, firmó el lunes (3.6.2024) la ley sobre «influencia extranjera». Este gesto permite que la norma entre en vigor, pese a las masivas manifestaciones de repulsa que ha desatado en esta exrepública soviética del Cáucaso.
«Hoy firmé la ley sobre la transparencia de la influencia extranjera, que tiene como objetivo principal reforzar la solidez de los sistemas sociales, económicos y políticos georgianos», declaró Papuashvili en un comunicado.
La normativa, inspirada de una medida represiva rusa, estipula que las oenegés y organizaciones de prensa que reciban más de 20 por ciento de su financiamiento del exterior, se registren como entidades que sirven los «intereses de una potencia extranjera».
Rechazo de la UE y EE. UU.
Fue adoptada definitivamente por el Parlamento el 28 de mayo, cuando los diputados del gobernante Sueño georgiano, que disponen de una mayoría en el hemiciclo, lograron tumbar el veto interpuesto por la presidenta prooccidental Salomé Zurabishvili.
Tanto la Unión Europea como Estados Unidos han denunciado el texto, que según ellos, alejan al país de su objetivo de adherirse al bloque europeo de 27 Estados miembros. Además, la ley ha desencadenado protestas masivas en este país de 3,7 millones de habitantes y ha suscitado diversas acciones frente al Parlamento durante casi dos meses.
Varios medios y oenegés han anunciado su intención de seguir impugnando el texto ante el Tribunal Constitucional de Georgia -aunque este último está también bajo control del partido Sueño georgiano- y la Corte Europea de Derechos Humanos. MS (afp/efe)