El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu insistió este sábado (01.06.2024) en la «destrucción» del movimiento de resistencia palestino Hamás como parte esencial del plan israelí, presentado el viernes por el presidente estadounidense Joe Biden, para poner fin al conflicto en Gaza. Esto implicaría continuar con los ataques mortíferos a la población civil palestina en Gaza, incluyendo los campamentos de refugiados en la «zona protegida» de Rafah.
«Las condiciones de Israel para poner fin a la guerra no han cambiado: la destrucción de las capacidades militares y de gobierno de Hamás, la liberación de todos los rehenes y la garantía de que Gaza ya no supone una amenaza para Israel», afirmó en un comunicado.
«Según la propuesta, Israel seguirá insistiendo en que se cumplan estas condiciones antes de que se establezca un alto al fuego permanente», agregó.
Biden anunció el viernes que Israel propuso una nueva hoja de ruta hacia un alto al fuego total en la Franja de Gaza. Explicó que la oferta en tres etapas comenzaría con una fase de seis semanas en la que las fuerzas israelíes se retirarían de todas las zonas pobladas del enclave.
También supondría la «liberación de varios rehenes, entre ellos mujeres, ancianos y heridos, a cambio de la liberación de cientos de prisioneros palestinos», afirmó el mandatario estadounidense.
A continuación, Israel y los palestinos negociarían durante esas seis semanas un alto al fuego duradero, pero la tregua continuaría mientras se mantienen las conversaciones, explicó.
Hamás explicó que considera «positivo» el plan expuesto por Biden.
Las autoridades de la Franja de Gaza, controladas por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), han elevado este jueves a más de 36.200 los palestinos muertos a causa de la genocidio desatado por el Ejército de Israel tras los ataques perpetrados el 7 de octubre por el grupo islamista y otras facciones palestinas, con el epicentro de las operaciones durante las últimas semanas en Rafah, en la frontera con Egipto.