Las autoridades de la Franja de Gaza, controladas por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), han denunciado este martes la muerte de más de 20 personas en un nuevo ataque de Israel contra un campamento de desplazados al oeste de la ciudad de Rafá, en la frontera con Egipto.
Según las informaciones recogidas por el diario palestino ‘Filastin’, vinculado al grupo islamista, el ataque ha sido lanzado contra un campamento de tiendas de campaña en Al Mauasi, declarada como «zona segura» por las autoridades de Israel, y se ha saldado con 21 muertos.
Tras ello, la oficina de prensa de las autoridades de Gaza han elevado este martes a más de 70 los fallecidos en bombardeos llevados a cabo durante las últimas 48 horas contra «campamentos de desplazados en zonas decretadas como seguras» situados al oeste de la ciudad de Rafá.
Así, ha recalcado que «el Ejército de ocupación israelí ha cometido tres crímenes contra la humanidad al matar a 72 desplazados durante las últimas 48 horas al bombardear tiendas de campaña de desplazados» y ha agregado que Israel «tiene la intención deliberada de seguir cometiendo más masacres contra civiles y desplazados que han huido del horror de los asesinatos».
«Esto confirma la insistencia de la ocupación a la hora de continuar cometiendo un genocidio con premeditación y alevosía, en un claro mensaje de desafío a los tribunales internacionales y en un mensaje a todos los países», han señalado, antes de reclamar a «los países del mundo libre» que «condenen estas brutales masacres».
En esta línea, han solicitado al Tribunal Penal Internacional (TPI) que abra procedimientos contra los «criminales de guerra» de Israel y Estados Unidos, antes de insistir en la necesidad de que la comunidad internacional «presione a la ocupación para detener la guerra genocida» y de reabrir el paso fronterizo de Rafá para la entrega de ayuda humanitaria.