A una semana del casi cardíaco triunfo de Raphael Warnock, quien conservará su puesto de Senador hasta 2028, las nubes de tormenta que se han agitado en el horizonte político todavía no se han disipado. Con la mayoría mínima Republicana en la Cámara de Representantes continuará la lucha partidista de bloquear resoluciones, propuestas y audiencias públicas como la actual del Comité Selecto acerca de los sucesos relacionados con el atentado del 6 de enero en el Capitolio en Washington.
La victoria de Warnock en la segunda vuelta donde votó cerca de 3 y medio millones de personas, se logró con un poco más de 100 mil votos a su favor, y muestra lo crítico y crucial que es el que cada voto cuente. Si analizamos brevemente el carácter del candidato Republicano, Herschel Walker, controversial, polémico y con una evidente carencia de conocimientos políticos y de cultura general, ¿cómo es posible que casi la mitad de los ciudadanos de Georgia emitieran el voto a su favor? Por la simple razón de que había la urgencia de poner a un republicano como Senador, a costa y a pesar de todo, sin importar las graves consecuencias de que las decisiones de un candidato como él afectarían a millones de personas de todo el país.
Hace un par de días se publicó la noticia de que cerca de un millón de inmigrantes se hicieron ciudadanos en el año fiscal de 2022, siendo la tercera más alta, las cifras anteriores fueron de 1996 y 2008, según indican los Servicios de Inmigración y Naturalización desde que comenzaron a registrase en 1907. Este año la mayor cantidad fue de mexicanos, seguidos por ciudadanos de la India, Filipinas, Cuba y la República Dominicana, en otras palabras, una gran mayoría de hispanoparlantes son nuevos ciudadanos.
La Democracia no es un bien gratuito, hay que pagar por ella, cuidándola y fortaleciéndola. Es necesario que los nuevos norteamericanos Latinos que se han asimilado al crisol de razas conozcan más qué es la Democracia, cómo hay que defenderla, cómo hay que respetarla, que sepan sus derechos y sus obligaciones. Deben crearse mensajes en español con lecciones sencillas y de fácil comprensión, aprovechando los medios actuales de comunicación para hacerlos llegar en forma masiva logrando con ello que los ciudadanos sepan cómo votar, cómo analizar a un candidato, qué es lo que ofrece, qué logros ha tenido, o, al contrario, cuáles son sus carencias y por qué no merece nuestro voto. Un ciudadano con educación y consciencia es la mejor garantía para que el sueño de los Padres Fundadores siga vigente, como ellos lo establecieron.