Al menos 45 muertos en ataque israelí contra campamento de desplazados de Rafá. Líderes y organizaciones mundiales rechazan accionar. Primer ministro israelí promete investigación.
El balance de muertos a causa del bombardeo ejecutado por el Ejército de Israel contra el campamento de desplazados de Barakasat, en la región gazatí de Rafah, ha aumentado, hasta el cierre de esta edición a 45, apenas unos días después de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ordenara a las autoridades israelíes detener su ofensiva militar contra la ciudad, situada en la frontera entre la Franja de Gaza y Egipto.
El Ministerio de Sanidad gazatí ha señalado en un comunicado que la «masacre» cometida por Israel en el campamento ha dejado un balance confirmado de 45 mártires, «incluidos 23 niños, mujeres y ancianos» y 249 heridos, si bien se teme que la cifra pueda aumentar en las próximas horas.
Previamente, los servicios de Defensa Civil de Gaza habían confirmado 40 «mártires» y «decenas de heridos», según ha informado el diario ‘Filastin’, vinculado al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), mientras que las autoridades del enclave, controladas por el grupo islamista, han denunciado que Israel ha perpetrado ataques contra diez campamentos en las últimas 24 horas.
Así, el Gobierno gazatí ha recordado que las autoridades israelíes «habían designado estas zonas como zonas seguras y había pedido a los ciudadanos y a los desplazados que fueran a esas áreas» y ha abundado en sus denuncias sobre un «genocidio con premeditación» contra la población palestina de la Franja.
La Media Luna Roja Palestina ha señalado que muchas personas han sido trasladadas tanto al hospital de Tal al Sultán como a los hospitales de campaña de la zona, y que muchos palestinos se encuentran atrapados «bajo las llamas» y en «las tiendas destruidas». Así, ha afirmado que en el lugar hay «horribles escenas» a causa del ataques israelí y ha recordado que Israel había designado el área como «zona humanitaria».
En esta línea, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha apuntado en su cuenta en la red social X que decenas de víctimas han sido trasladadas a un punto de estabilización traumatológica apoyado por la organización no gubernamental. «Estamos horrorizados por este acto mortal: demuestra una vez más que ningún lugar es seguro en Gaza. Urge un alto el fuego inmediato y duradero», ha reiterado.
Martina Marchio, coordinadora médica de MSF en Gaza, ha hablado de «noche sangrienta en Rafá». «Se han producido múltiples bombardeos dentro de la ciudad», incluido el citado ataque contra el campamento de desplazados, ha dicho, antes de confirmar que al punto de estabilización han llegado «180 personas, de las cuales 28 llegaron ya muertas».
«Tras estabilizar a los pacientes, nuestro equipo derivó a los supervivientes a los pocos hospitales que continúan en funcionamiento en la ciudad de Rafá», ha dicho Marchio, quien ha reiterado que la organización «sigue pidiendo insistentemente un alto al fuego inmediato y permanente».
El Ejército de Israel ha reconocido la autoría del bombardeo y ha argumentado que el objetivo era «un complejo de la organización terrorista Hamás en Rafá en el que se alojaban terroristas de alto rango». El ataque se llevó a cabo contra terroristas que son objetivo de ataque de conformidad con el Derecho Internacional, utilizando armamento de precisión y basándose en información de inteligencia preliminar que indicaba la presencia de terroristas de Hamás en la zona», ha dicho.
Sin embargo, ha reconocido que «como consecuencia del ataque y un incendio que se desató en la zona han resultado heridas varias personas ajenas a los involucrados» y ha afirmado que está «revisando» el incidente. Tras ello, el fiscal jefe de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ha descrito el suceso como «muy grave» y ha recalcado que hay una investigación en marcha, según ha recogido el diario israelí ‘Haaretz’.
LÍDERES Y ORGANIZACIONES LO CONDENAN
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos dijo que la situación era horrible. “Gaza es el infierno en la tierra. Las imágenes [de Rafah] son una prueba más de ello”, escribió la UNRWA en la red social X.
Cabe recalcar que casi 36,000 palestinos han muerto en la ofensiva israelí, según el Ministerio de Sanidad de Gaza. Israel lanzó la operación después de que combatientes dirigidos por Hamás atacaran comunidades del sur de Israel el 7 de octubre, matando a unas 1,200 personas y capturando a más de 250 rehenes, según los recuentos israelíes. Israel afirma que quiere acabar con los combatientes de Hamás escondidos en Rafah y rescatar a los rehenes que, según dice, están retenidos en la zona.
Pero se enfrenta a una protesta internacional.
“Además del hambre, de la inanición y de la negativa a suministrar ayuda en cantidades suficientes, lo que presenciamos anoche es una barbaridad”, declaró el ministro de Asuntos Exteriores de Irlanda, Micheal Martin.
Egipto condenó el “bombardeo deliberado de tiendas de desplazados” por parte del ejército israelí, según los medios de comunicación estatales, calificándolo de violación flagrante del derecho internacional.
Arabia Saudí también condenó el ataque israelí y Qatar dijo que el ataque de Ráfah podría obstaculizar los esfuerzos para mediar en un alto el fuego y un intercambio de rehenes.
Es el caso de Alemania, cuya ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, ha avisado a Israel de que «no va a obtener ningún beneficio ni se libera a ningún rehén por quemar a la gente en sus tiendas de campaña». La ministra germana ha admitido además que las órdenes de la Corte Internacional de Justicia son vinculantes y por ello reconoce que actuará contra el primer ministro israelí si los jueces de ese tribunal emiten una orden de arresto contra él como pide el fiscal de la Corte.
Poco después ha llegado la reacción de otro aliado de Israel, del gobierno de Francia, cuyo presidente ha publicado este mensaje en X. Emmanuel Macron reconoce que está «indignado por los ataques de Israel que han matado a una gran cantidad de refugiados en Rafah. Estas operaciones deben terminar. No hay zonas seguras en Rafah para los civiles palestinos y pido que se respete totalmente la legalidad internacional y haya un alto el fuego».
Desde Latinoamérica, el gobierno de Chile condenó enérgicamente el “ataque indiscriminado de las Fuerzas de Defensa de Israel contra un campamento de civiles refugiados en Rafah”, que resultó en la muerte de decenas de personas, incluidas mujeres y niños.
En un comunicado emitido por la cancillería, Chile instó a Israel a cumplir con el derecho internacional humanitario para proteger a los civiles en conflicto y a implementar las medidas provisionales dictadas por la Corte Internacional de Justicia (CIJ). “En particular, detener inmediatamente su ofensiva militar en Rafah y permitir el suministro de servicios básicos y asistencia humanitaria”, destacó el documento.
Por su parte, el Gobierno de México rechazó “la ofensiva militar” de las Fuerzas Armadas de Israel en la ciudad de Rafah y llamó a un cese del fuego humanitario inmediato para salvaguardar las vidas de miles de civiles.
«México hace votos para que la ayuda humanitaria llegue sin contratiempos a toda la franja de Gaza, a fin de que alcance urgentemente al mayor número posible de personas y se evite la agudización de la tragedia humanitaria», agregó en un comunicado.
No menos importante fueron las declaraciones del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, quien reprobó el ataque y pidió acabar con «este horror».
«Condeno las acciones de Israel que han matado a decenas de civiles inocentes que solo buscaban refugio de este mortífero conflicto. No hay ningún lugar seguro en Gaza. Este horror debe terminar», escribió Guterres en su cuenta de X.
“TRÁGICO ACCIDENTE”
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, sostuvo que el ataque fue un “trágico accidente”.
Mientras Israel recibía duros cuestionamientos por la acción bélica con decenas de víctimas, Netanyahu admitió en el Parlamento de Israel que es vital que el país tome “todas las precauciones posibles” para proteger a los civiles atrapados en los combates en Gaza.
El discurso, en el que señaló que se realizaba una investigación del hecho, fue interrumpido por gritos de los legisladores opositores.
Netanyahu aseguró que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) habían hecho “sus mejores esfuerzos para no dañar a quienes no estaban involucrados” en el conflicto.
“En Rafah ya evacuamos a alrededor de un millón de residentes no combatientes y, a pesar de nuestro máximo esfuerzo por no dañar a los no combatientes, lamentablemente algo salió trágicamente mal”, expresó Netanyahu, reprodujo BBC.