Luego de un primer gobierno marcado por fuertes recortes de impuestos y un aumento de aranceles para los productos importados de China, el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, quiere volver a tomar ese camino.
Incluso propone generalizar los aranceles a todas las importaciones, en el marco de un programa económico que encierra riesgos en un país confrontado a una inflación persistente y un alto nivel de endeudamiento.
Los costos para los consumidores, según algunos analistas, podrían ascender a US$ 500,0000 millones adicionales por año, y nuevos recortes de impuestos podrían impulsar el déficit de las finanzas públicas.
¿Cuál es su estrategia?
La estrategia del expresidente puede resumirse en una fórmula: bajar impuestos y financiar esta reducción impositiva con un alza generalizada de aranceles a todos los productos que ingresen a Estados Unidos.
Para Trump, “gran defensor” de los aranceles aduaneros, estos impuestos pueden permitir luchar contra “países que intentan aprovecharse” de Estados Unidos, como China, señala. El mecanismo puede establecer una base de negociación con otros Estados.
Los aranceles para todos los productos que ingresen a Estados Unidos pasarían a 10% y algunos, en particular para productos chinos, podrían llegar hasta 60%.
Según el Departamento de Comercio, Estados Unidos importó más de US$ 3,8 billones en bienes y servicios en 2023.
Con el dinero obtenido, Trump financiaría una baja de impuestos “amplia para la clase media, la clase alta, la clase baja, la clase empresaria”. Aunque no se conocen detalles, la idea sería extender el recorte de impuestos de su primer mandato, prolongando medidas que expiran en 2025.
¿Qué impacto tendría sobre los estadounidenses?
Según Trump, el recorte de impuestos compensará el aumento de precio de algunos bienes derivado de los aranceles más altos, en particular los productos de consumo masivo.
Los aumentos previstos para los impuestos de aduana representarían un sobrecosto de US$ 1,500 por hogar por año, según el Center for American, un centro de estudios de Washington. Para Oxford Economics, esta política significaría un aumento de la inflación de 0.6 puntos porcentuales.
Los impuestos al consumo, sea IVA o aranceles aduaneros, golpean más en general a los hogares de menores ingresos, cuyos gastos inevitables representan una parte más importante de sus ingresos que para los hogares más ricos.
Para el Peterson Institute for International Economics (PIIE), el 20% de la población de menores ingresos tendría 3.7% menos poder adquisitivo, frente a un alza de 1.4% para el 1% de los estadounidenses más ricos.
¿Cuál sería el impacto sobre las finanzas públicas?
Según un informe de la Oficina de Control Presupuestal (CBO) del Congreso, el recorte de impuestos propuesto por Trump podría aumentar en 4,6 billones de dólares el déficit fiscal.
Este dato supone que, de concretarse el plan del republicano, las autoridades deberían encontrar la forma de contener el rojo en las finanzas públicas, por ejemplo recortando el gasto público.
En un informe publicado a mediados de marzo, la unidad de investigación de la aseguradora Allianz, consideraba que “un nuevo recorte de impuestos (o alza del gasto público) financiada mediante deuda, podría impulsar la inflación y reforzar las preocupaciones de los mercados sobre la sostenibilidad de la deuda estadounidense”.
Para el Peterson Institute, las propuestas del republicano constituyen un “serio riesgo para la seguridad nacional”.