Lamentamos profundamente y expresamos nuestra inquietud y preocupación por la violencia que se vive en estos días en Palestina e Israel. Nos solidarizamos con todos los palestinos en la defensa de sus derechos humanos y de sus derechos nacionales. Condenamos firmemente las declaraciones que reafirman el derecho de Israel a defenderse y consideramos que las declaraciones de esta naturaleza son parciales e irresponsables y conducen a mayor violencia. Tales declaraciones desprecian e ignoran los problemas fundamentales que han originado las condiciones que condujeron a la violencia inaudita que se vive. La muerte de civiles nunca es aceptable. Sin embargo, la violencia que estamos viendo hoy es la misma que viven todos los días los palestinos, bloqueados ilegalmente en Gaza por parte de Israel, padeciendo los continuos ataques de colonos y soldados israelíes contra la población civil palestina y la ocupación ilegal de tierras palestinas, que no deja de avanzar día con día.
Condenamos la invasión y el genocidio de Israel contra Palestina. A medida que la violencia colonial israelí se intensifica en Gaza, cubriendo a la región de un baño de sangre, la razón y el derecho exigen un alto el fuego inmediato y el fin de la ocupación israelí y el apartheid en Palestina, que significa uno de los crímenes más violentos de la historia humana, que ya lleva más de cien años y que tiene hoy un desenlace fatal con millares de víctimas inocentes. Sin importar dónde vivan, expresamos nuestro más sentido pésame a todas las familias de quienes han perdido la vida en los últimos días y a lo largo de las décadas de despojo y ocupación forzosa o a consecuencia de ella.
Es claro el hecho de que la violencia y el terror diarios que experimentan los palestinos, a manos de las fuerzas de ocupación israelíes, con el apoyo de Estados Unidos y Occidente, con el silencio de la comunidad internacional y el sufrimiento cotidiano de vivir sitiados, acosados, asesinados sistemáticamente, requiere de una resistencia firme y sostenida. Nadie se puede cruzar de brazos cuando es atacado sistemática e inmisericordemente.
Un pueblo no puede vivir bajo asedio y apartheid con la amenaza diaria para todas las familias de acoso, humillación, violencia, ocupación de sus terrenos, demolición de sus casas, cortes de agua y de luz y asesinatos sin que se vea obligado a responder, a defenderse. Todo pueblo que sufre colonización tiene derecho a defenderse, a luchar por su independencia y soberanía según la misma ONU que en 1960 aprobó la Declaración sobre la Concesión de la Independencia a los Países y Pueblos Coloniales (resolución 1514 (XV) de la Asamblea General), conocida también como la Declaración sobre la Descolonización que proclamó solemnemente la necesidad de poner fin rápida e incondicionalmente al colonialismo en todas sus formas y manifestaciones, y en este contexto, declaró, entre otras cosas, que todos los pueblos tenían el derecho de libre determinación.
Lamentable la violencia y condenables todas las muertes en Medio Oriente. La grave escalada del conflicto se desata tras 75 años de ocupación y colonización de los territorios palestinos. En un territorio en aquel entonces con 94% de tierra palestina y 6% judía, pero la ONU le dio en 1948 a Israel el 56% y sólo 44% a los palestinos. En 1967 durante la guerra de seis días, Israel invadió Jerusalén del Este y Cisjordania, la resolución 242 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de noviembre de 1967, exige la salida de los territorios ocupados por Israel. No acataron. Hace 15 años Palestina conservaba apenas el 22% de su territorio original y hoy sólo controlan el 10%, además están bloqueados y cercados. No hay un sólo año en el que Israel no haya construido en territorio ocupado. Quieren exterminar a los palestinos, con la bendición de Washington y Occidente. Hasta septiembre ya iban 268 muertes, han asesinado a más de 5 millones de palestinos entre 1948 y 2023. Los grandes medios callan. Por la paz, urge el reconocimiento del Estado palestino y el respeto a las fronteras trazadas por la ONU en 1967.
El problema es añejo, desde el siglo VII, una mayoría árabe habitaba Palestina. Hace menos de dos siglos, al finalizar el siglo XIX, los judíos comenzaron a comprar tierra y ya en el siglo XX el Fondo Nacional Judío lo hacía con la condición de que esa tierra jamás sería vendida o arrendada a árabes para asegurar su enclave colonialista.
La agresión contra el pueblo palestino ha sido larga y comenzó hace 100 años. Un 29 de septiembre de 1923 la Sociedad de las Naciones le dio oficialmente la administración del control del territorio palestino a Gran Bretaña, despojando al pueblo del control de su propio territorio. Entre 1882 y 1947, llegaron varias oleadas de migraciones judías a Palestina. Luego la ONU, según el plan de 1947, les quitó arbitrariamente a los palestinos más de la mitad de su territorio, con la ignominiosa resolución 181.
Con apoyo militar británico aumentó el acaparamiento de tierras, con oposición de los palestinos y pueblos árabes. En diciembre de 1947 se anunció el plan de partición. En 1948 cuando la ONU creó el Estado de Israel, el territorio, en un 94%, era tierra árabe y un 6% judía. Pero a Israel le dieron el 56%, mientras que a los palestinos sólo el 44%, los árabes y palestinos despojados se opusieron.
La ONU causó una Guerra Civil. El 15 de mayo de 1948, las organizaciones judías declaran el nacimiento del “Estado de Israel» sobre el 78% de la superficie de Palestina. A partir de entonces, se cometen los crímenes más horrendos por parte de las tropas israelíes de ocupación. El 15 de mayo se conmemora el Nakba, “La Catástrofe”, una fecha en la que se recuerdan a los 800,000 palestinos que tuvieron que huir de sus territorios a la Franja de Gaza, a Cisjordania y a otros países. La violencia no se detuvo y se expulsó violentamente de sus hogares a más de la mitad de la población palestina para entregar su tierra a colonos extranjeros, lo que generó 1 100 000 desplazados. Hoy, más de la mitad de los palestinos son refugiados y se les impide retornar a sus hogares de origen. Cada año los palestinos de todo el mundo conmemoran la Nakba y la limpieza étnica de Palestina comenzada en 1948.
Por la fuerza, los israelíes tomaron Lod y Ramla, dos ciudades palestinas, y expulsaron a toda la población. Hubo masacres de civiles como la de Deir Yassin en octubre de 1948, tras su captura en la aldea palestina de Al-Dawayima.
No conforme con eso Israel efectuó matanzas en los campos de refugiados palestinos, como la de Sabra y Shatila, lo que fue calificado como genocidio por la ONU. Existen 13.7 millones de palestinos, de los cuales 6.3 millones viven como refugiados, en campamentos en Jordania, Siria, Líbano, Cisjordania y la Franja de Gaza. Con respecto a los refugiados, las Naciones Unidas aprobaron el 11 de diciembre de 1948 la Resolución 194 en la que apuntan el “Derecho al retorno” de los refugiados palestinos. Israel se opone y lo impide.
En 1967 durante la guerra de seis días, Israel invadió Jerusalén del Este y Cisjordania, la resolución 242 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, de noviembre de 1967, exige la salida de los territorios ocupados por Israel. ¡Pero no paran! cada día Israel derriba casas y ocupa mayor territorio palestino en Cisjordania, incluida Jerusalén Este. La incesante colonización ha diseñado un mapa de difícil recorrido para la población palestina que sigue modificándose y amenaza con impedir una resolución al conflicto que pase por la creación de un Estado palestino con continuidad territorial viable.
Al drama no lo califiquemos como enfrentamiento o conflicto, es genocidio, es apartheid. No es un combate entre pares, no hay simetría alguna entre las fuerzas beligerantes. Israel tiene 400 bombas nucleares, 3,930 tanques, 362 Jets-F-16. Palestina cero tanques, cero aviones.
Hace 15 años el pueblo palestino tenía apenas el 22% de su territorio original y hoy sólo controla el 10%, pero además está bloqueado y cercado. No hay un solo año en el que Israel no haya construido en territorio ocupado. Quieren exterminar a los palestinos, con la bendición de Washington porque Israel es su laboratorio de guerra, realizan una limpieza étnica en su guerra de exterminio.
Hoy, más de 585,000 colonos judíos viven en Cisjordania y Jerusalén. A pesar de que la Cuarta Convención de Ginebra y la Ley Internacional prohíbe desplazar población de la potencia ocupante al territorio ocupado.
Actualmente estas tierras palestinas están ocupadas y sus puestos militares y policiacos han sido el principal blanco de la resistencia.
El camino de la paz es claro, pero implica el respeto a las leyes internacionales que viola tanto el régimen israelí como las potencias occidentales que quieren imponer sus intereses en Medio Oriente y en todo el mundo, su principal instrumento agresivo es el Estado de Israel, al que respaldan, financian, arman, defienden con toda la información de sus medios que propalan por el mundo presentando al victimario como víctima.
Las acciones bélicas de Israel alcanzan en los últimos días a personal e instalaciones de otros países, mientras once trabajadores de la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés) han muerto durante bombardeos perpetrados por las fuerzas israelíes contra la Franja de Gaza. Les molesta que la ONU dé información, pues han notificado el 10 de octubre que más de 1000 viviendas han sido destruidas en Gaza y alrededor de 560 sufrieron severos daños, según dio a conocer la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, que además denunció que los bombardeos de Israel dañaron siete instalaciones que abastecían de agua y servicios sanitarios a más de 1.1 millón de palestinos.
El bloqueo total de la franja de Gaza anunciado el 9 de octubre por el ministro israelí de Defensa, Yoav Galant, está prohibido por el derecho internacional humanitario, advirtieron por separado la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea (UE). Mientras que el asedio que pone en peligro la vida de civiles, al privarlos de bienes esenciales para su supervivencia, está prohibido por el derecho internacional humanitario, declaró el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, en un comunicado.
Los ataques de Israel contra el personal de los medios de comunicación y periodistas en Gaza, incluyendo el bombardeo de la oficina de Al-Alam y Press TV, es un intento desesperado de crear un vacío de información en Gaza y así allanar el camino para cometer una masacre contra la población en el enclave costero.
Hay una táctica criminal de Israel de tierra quemada contra la Franja de Gaza, que violenta, asesina y aterroriza a niñas y niños y a las familias palestinas, incluso están apuntando al personal de servicio médico, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) confirmó la muerte de cinco de sus miembros. El miércoles 11 de octubre, ambulancias fueron atacadas en dos escenas separadas, matando a cuatro paramédicos, mientras que el sábado fue asesinado un conductor de ambulancia de Magen David Adom, servicio nacional de emergencias de Israel, cuando se trasladaba para atender a heridos (RT).
Pero tienen todo el apoyo de EU, Joe Biden tachó de terrorista la operación ‘Tormenta de Al-Aqsa’ lanzada el sábado 7 de octubre por la Resistencia palestina desde la Franja de Gaza contra Israel. Su gobierno, apoyando lo que llaman la “legítima defensa de Israel” le echa más leña al fuego. El grupo de ataque del portaaviones Gerald R. Ford ya ha sido desplegado en la parte oriental del Mediterráneo. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, ha confirmado el 11 de octubre que el grupo del portaaviones Dwight D. Eisenhower se dirigirá al mar Mediterráneo. Mientras, el presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan advierte que el despliegue del portaaviones USS Gerald R. Ford en el Mediterráneo provocará “graves masacres” para los palestinos en Gaza” (Hispantv).
Es posible y necesario que el pueblo palestino y los israelíes vivan en paz y armonía para que cese todo sufrimiento en ambos países. Debe terminar el conflicto, es claro que para que exista la paz es urgente el reconocimiento pleno del Estado palestino y el respeto a las fronteras trazadas por Naciones Unidas en 1967.