Este es mi segundo Halloween viviendo acá, en Estados Unidos, y no dejo de sorprenderme por la cantidad de movimiento que hay por todos lados alrededor de esta festividad: no solo los niños se disfrazan y salen a pedir caramelos por las calles, sino que también las familias decoran sus casas de manera espectacular. Jardines llenos de calabazas iluminadas, esqueletos colgantes, telarañas artificiales y una amplia gama de decoraciones temáticas se convierten en la norma. Además, los adultos no se quedan atrás, también se disfrazan para fiestas y eventos especiales con muchísima dedicación y originalidad.
Prácticamente todas las tiendas en esta época del año, (¡que literalmente arranca en agosto!), están espectacularmente decoradas y te ofrecen una tentadora variedad de ofertas diseñadas de manera perfecta para atraerte. Desde chocolates, caramelos y medias hasta incluso disfraces para las mascotas, todo destinado a tentar tu billetera ¡y lo logran!. Por eso quiero hablar justamente de esto hoy.
Halloween es una de las tantas “celebraciones” que ocurren año tras año así como lo son la celebración de tu cumpleaños, de los cumpleaños de tus vínculos cercanos, fiestas religiosas y muchas otras costumbres importantes que varían en cada cultura. Sabemos muy bien que todas ellas conllevan a un gasto mayor pero ¿las planificamos? ¿Contemplas estos gastos dentro de tu presupuesto?
Por mi experiencia, la gran mayoría de las personas no los contemplan a la hora de diseñar su presupuesto y justamente son este tipo de gastos los que mayormente impactan en nuestra salud emocional financiera. De hecho, para serles sincera, la gran mayoría de las personas que me consultan directamente no hacen ningún tipo de presupuesto y justamente por eso solicitan mi ayuda: porque buscan orden, claridad y un plan para gestionar su dinero de manera más inteligente y coherente con lo que les es realmente importante.
Dentro del sistema de gestión de nuestras finanzas personales que les enseño (que es parte del método en Inteligencia Emocional Financiera que diseñé) incluyo estos gastos bajo la categoría de gastos esporádicos. Ocurren todos los años pero no todos los meses como son el supermercado, la electricidad y el celular , por mencionar tan solo algunos ejemplos, y por lo tanto deben estar en nuestro presupuesto.
Dado que se avecinan muchas celebraciones ahora a fin de año (celebraciones religiosas, día de acción de gracias, regalos de fin de año, año nuevo, etc) te propongo un ejercicio muy simple para que hagas antes de salir de compras:
- Piensa en cada celebración por separado
- Haz una lista de las compras que te gustaría hacer para cada celebración y el monto total
- Suma todos los montos y llega al total de dinero destinado para todas las celebraciones que se aproximan
- Reflexiona contestando las siguientes preguntas
- ¿Cuento o voy a contar con esa suma de dinero?
- ¿Destinar esa cantidad de dinero a estos gastos esporádicos afectaría mi salud financiera? ¿Reduciría significativamente mi “colchón de tranquilidad”? ¿No me permitiría pagar otras deudas? ¿Me tendría que endeudar para poder hacerlo? ¿Tendría que retirar dinero de inversiones que tengo en curso para poder enfrentar esas compras?
- ¿Tengo forma de generar más dinero para cubrir estos gastos esporádicos y disfrutar estas celebraciones como quiero?
- ¿Cómo impactarían dichos gastos en mis objetivos a corto, mediano y largo plazo? ¿Sufriré luego de estrés financiero por haber realizado estas compras?
- Una vez que te contestes todas esas preguntas vuelve a mirar cada celebración y decide, ahora con mayor orden y claridad, si sigues eligiendo destinar esa cantidad de dinero a cada una de las celebraciones o si prefieres hacer ciertos cambios (que inclusive pueden ser gastar más aún ya que te diste cuenta que tienes mayor presupuesto del que pensabas)
¡Ahora sí, con todo ese proceso de reflexión a disfrutar de las celebraciones a tu manera con un poco más de Inteligencia Emocional Financiera! Cuéntame cuando hagas el ejercicio y qué tal te resultó.
“Si desarrollar tu Inteligencia Emocional Financiera te es COHERENTE, ¡VALE!”
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