En la columna pasada les compartí el lindísimo ritual que hago todos los años para reflexionar sobre cómo fui construyendo y viviendo la vida que valoro durante el 2023. En esta columna les quiero compartir cómo lo hago con mi negocio.
Para mí es clave este espacio de reflexión ya que me permite ver con muchísima claridad cada aspecto de mi negocio y en base a eso, diseñar en qué me voy a enfocar en el próximo año.
¿Cómo lo hago? Primero que nada asigno en mi agenda varias mañanas para realizar este ejercicio. ¿Por qué varias mañanas? Porque es realmente un ejercicio en el que junto con mi equipo nos dedicamos a analizar en profundidad todos los aspectos del negocio lo cual implica también ir recopilando mucha información numérica para poder llevarla a cabo. Hay ejercicios que los hago sola y le pido a mi equipo que también los haga y luego los ponemos en común. Hay otros que requieren un trabajo previo de búsqueda de métricas por parte de mi equipo para luego trabajar sobre los mismos y hay otros que los hacemos enteramente juntas.
¿Qué analizamos? Como fiel alumna de mí misma aplico mi propia inteligencia emocional financiera y reflexionamos sobre todo el aspecto emocional y financiero del negocio. Por ejemplo desde el aspecto financiero hacemos todo el análisis numérico del negocio en cuánto a la facturación y rentabilidad total de este año. Miramos en detalle las diferentes unidades del negocio con sus ingresos y costos fijos y variables.
Por ejemplo, en mi caso tengo dos grandes unidades: lo que ofrecemos directamente al usuario final, a las clientas B2C (Business to Client) y lo que ofrecemos a otros negocios B2B (Business to Business) También identificamos los ciclos del negocio. Analizamos cuáles fueron los “productos estrella” o sea aquellos que generaron la mayor ganancia en el negocio. Acá es importante mirar la ganancia y no la facturación ya que pueden haber productos que tienen altos costos y por lo tanto, si bien se venden muchos y parecería que aporta mucho al negocio, en realidad no lo hace porque el margen de ganancia, o sea, la diferencia entre el precio al que se vende y lo que te queda neto (precio menos costos) es muy chico. Este mismo ejercicio también lo hacemos desde la “ganancia emocional”. Nos hacemos preguntas tales como ¿Disfrutamos brindando este producto/servicio? ¿Cuánta energía nos demandó? ¿Cuánto tiempo le dedicó cada miembro del equipo? ¿Cuál fue la respuesta de nuestras clientas? También desde lo operativo vemos qué procesos funcionaron y cuáles no. Yo me tomo un tiempo especial para ver el organigrama de mi negocio y analizar los diferentes roles que ejerció cada miembro de mi equipo. En esta parte me “critico constructivamente” en cuánto a mi rol de líder y coach de mi equipo y analizo cómo delegué, comuniqué, cómo respondí frente a los desafíos que se me presentaron, etc.
Otro aspecto que analizamos que es muy importante en mi negocio, sobre todo desde que me mudé a USA es la facturación anual por cada país. Vemos detalladamente los países que mayor facturación generaron y sobre qué productos. Luego comparamos estos resultados con las acciones concretas que llevamos adelante para expandir el negocio en esos países tales como alianzas estratégicas y publicidad en cada país. También vemos de manera más macro las métricas del negocio como por ejemplo la cantidad de nuevas suscritas en el 2023 a mis newsletter semanal (email marketing) , la cantidad de nuevas clientas y de clientas frecuentes y lo comparamos con la facturación anual. ¿Por qué de manera macro en esta instancia? Porque el análisis profundo lo hacemos cada vez que terminamos de hacer un lanzamiento porque ahí es cuando la información está bien fresca y nos permite hacer los ajustes y refuerzos necesarios para los próximos lanzamientos.
Con toda esta información nos tomamos un tiempo cada una en privado para reflexionar sobre los grandes desafíos del 2023, los grandes aprendizajes y los grandes logros y otro día los ponemos en común y los celebramos juntas. Me encanta agradecerles y que realmente comprendan cuánto valoro su trabajo. Me encanta sentir la unión del equipo, escuchar sus necesidades y juntas buscar soluciones.
La forma en que hago este ejercicio de reflexión sola es escribiendo cada logro en una tarjetita que voy pegando en una cartulina grande para visualizarlos bien, agradecerme y agradecer. Hago un ritual especial poniendo una música que me encanta, ropa cómoda y el perfume que más me gusta y me conecto con Dios y la Virgen, con Papá y Mamá que me acompañan desde el cielo y voy leyendo cada logro sintiendo una profunda gratitud!! Es tan mágico este momento que me recarga de muchísimas energías.
Y tú, ¿dedicas cada año a realizar un análisis profundo de tu negocio? ¿Cómo lo haces? ¿Lo haces sóla o con tu equipo? ¿Lo compartes? ¿Sientes que te sirve para diseñar el próximo año? ¡Cuéntame! Si no lo haces aún te lo súper recomiendo ya que no solamente es una excelente herramienta para potenciar tu negocio si no también para celebrar los logros y empaparte de gratitud. Esa energía tan linda que genera mucha abundancia en nuestras vidas.
¿Cuál es el siguiente paso? Diseñar el 2024 lo cual te compartiré en otra columna. ¡Hasta pronto!
“Si desarrollar tu Inteligencia Emocional Financiera te es COHERENTE, ¡VALE!”
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