Se sabe que los hombres son alérgicos a las lágrimas y que para ellos la palabra romántico equivale a una declaración de guerra. Las flores, las cenas íntimas a la luz de las velas y los suspiros son artículos de poco o ningún uso para ellos. Solamente les echan mano cuando se encuentran con una mujer de carácter fuerte que los obliga. Sinceramente yo creo que no, no todos son así, sí los hay románticos.
Pero lo que sí es verdad, y según el sentir público, un hombre de verdad no llora ni, aunque le den un pelotazo en un ojo.
Últimamente parece ser que los hombres se han puesto de acuerdo y han decidido a ponerse a llorar. Dicen ellos: Si las mujeres compiten con nosotros en cualquier terreno de trabajo, vamos a hacerles la competencia a ellas en el terreno de las lágrimas, y lo están haciendo tan bien que están sacando provecho y ventaja. Por lo menos han logrado que se forme una corriente de opinión que reivindica totalmente aparentemente a los insensibles, duros e inconmovibles representantes del sexo masculino.
Se dice que los hombres de vez en cuando sí, sueltan sus lagrimitas, aunque siempre recuerden lo que la madre o el padre les decían de pequeño: “No llores, que los hombres machos no lloran”. Que lejos de lo verdadero. ¿Por qué no van a llorar? Si los pobrecitos también tienen sus corazoncitos y son tan humanos como las mujeres. La verdad es que ellos lloran por razones distintas. Lo que a nosotras nos deja indiferente, a ellos les llega a lo más profundo de su corazón. Son más sensibles, aunque no lo demuestren siempre.
Puede que un hombre no llore ante el trágico final de una serie de televisión, o una novela romántica (bueno esto es, si logra convencerlo de que la vea con usted). Pero ese mismo hombre que no se deja conmover frente a un televisor viendo cosas de mujeres, se sentirá, sin embargo, conmovido hasta las lágrimas si su equipo de fútbol pierde o si su jonronero favorito falla con tres hombres en base, y así sucesivamente.
Solo sé decir que tampoco es vergüenza que el hombre llore, esto no le quita masculinidad, al contrario, si lloran es porque de esta manera se desahogan de algún problema o situación que están pasando. Ellos, al igual que la mujer tienen que demostrar sus emociones y no por esto dejan de ser hombres. Aunque se diga que son del “género fuerte” ellos también pueden llorar por una mujer que quieren. Existen muchos factores que lo llevan a pasar por este momento y uno de ellos es la desilusión.
Ver llorar a un hombre debe ser uno de los privilegios más grandes ya que pocas veces ellos demuestran sus emociones y de esta forma llega un momento en que no pueden soportarlo más, y estallan en lágrimas, sin que ellos puedan controlar la situación.
El llanto de un hombre puede significar también felicidad, y puede ser uno de los momentos más importantes para la mujer ver el desahogo de su pareja. También, ellos lloran por una infidelidad, por un amor imposible, o cuando ellos han sido infieles y han perdido a la mujer que realmente amaban. En estos casos el hombre suele darse cuenta cuando ya es demasiado tarde, y es en ese momento que les llega el arrepentimiento, lo cual solo les causa llanto y más llanto; de rabia dicen algunos, pero en realidad son lágrimas de su corazón partido en mil pedazos.
En la historia de la canción romántica y de lágrimas, yo lo divido en tres tipos:
“Lágrimas negras”, “Lágrimas amargas” y “Lágrimas de sangre”. Aunque también los hay que lloran lágrimas de cocodrilo, pero esos son los que no quieren a nadie… ¿En cuál de esta clasificación pone usted a su hombre?