¿Estás disfrutando la vida o eres de los que dejan que las circunstancias saquen provecho de las cosas? No, no es así. Cuando la vida te presenta ocasiones o razones para llorar o estar triste, demuéstrate a ti mismo que tienes mil y una razón para estar alegre y reír.
La vida es corta y muchas veces nosotros no la aprovechamos al máximo, muchos viven la vida como venga ese día, y hay quienes piensan que como los días son malos, es decir, grises, lloviendo, que nada te sale bien, a tu gusto, piensan.… mejor no hago nada… Es triste la vida, quien piensa que vivir es solamente existir.
Se dice que nosotros los humanos vivimos entre 70 y 80 años. Si tú que estás leyendo esto y pasaste de esa edad siéntete afortunado, pero si te falta mucho te aconsejo que aproveches bien el tiempo y no desperdicies tu vida.
Hay que tomarse el tiempo, primeramente, en dar gracias a Dios por existir, agradece por tu matrimonio (si eres casado), por tus hijos, por tu trabajo, por todo lo bueno que tienes en tu vida. Así te crearás una mente fuerte y valiosa para triunfar. Hay poder en el querer y valorar las cosas buenas que te rodean.
Hay que mantenerse positivo siempre. Puede que escuches a los incrédulos que creen que el éxito es imposible, por no tener fe y actitud optimista. Todo se puede lograr y hacer, porque todas las cosas son posibles de cumplir. Transformar la adversidad en éxitos al decidir que el cambio siempre es bueno. También hay que ser comprensivos con los que necesitan ayuda. Hay que hacer diferencia en las vidas de otros. Hay que amar, perdonar, hay que dar, servir, así esperarás cosas buenas en tu camino.
Vive. Vivir es vibrar cada instante, ante la emoción de percibir la maravilla de la creación que Dios nos dio. Vivir es entender que cada minuto que transcurre en tu vida no vuelve. Vivir es saber dar lo mejor de nosotros, es vibrar en la bondad y llevar a su máxima expresión a nuestra capacidad de ser.
Aprender más cada día es gozar los momentos bellos y desafiantes de sí mismo ante las adversidades. Hay que amar intensamente a través de caricias, escuchar en silencio la palabra del ser amado, perdonar una ofensa, sentir la presencia del otro, besar con amor a quien nos ama. Todo esto es vivir amigos.
Contemplar apaciblemente la alegría de los hijos, de los nietos, aceptando sus inquietudes sin protestar, así como comprender a un amigo ante alguna adversidad y tener la capacidad de alegrarnos por sus triunfos y realización, eso es vivir. De esta manera, sentiremos que nuestro existir no es en vano y en medida en que nos atrevemos a dar lo mejor de nosotros en cada momento, logremos manifestar la grandeza de nuestra alma para dar, vibrar, sentir, gozar, y comprender que nuestro tiempo es lo único que poseemos para realizar plenamente nuestro ser.
Por último, no hay que perder el tiempo en chismes, críticas, cuestiones del pasado, pensamientos negativos o cosas que no podemos controlar, tampoco pensando que el pasado fue mejor o glorioso, estas son cosas que no podemos remediar. Hay que aprender de los errores y fracasos, dejar que ellos nos enseñen a hacer cambios positivos. Sonreír y reír más. Son antidepresivos naturales. Vive amigo, la vida es corta y los días son malos, aprovecha el tiempo que te queda para vivirlo al máximo, pero sobre todo agradeciendo al creador que te dio la vida. Dios te diseñó y formó para que vivas y hagas muchas cosas.
La esencia de la vida es ir hacia delante. No esperes a que las cosas cambien, así por así, depende de ti hacer que los días sean extraordinarios. Trata de vivir feliz.
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