Todos sabemos que la adolescencia aparece tras la pubertad y suele tener una duración máxima de dos o tres años. Esta etapa es sumamente conflictiva para los jóvenes, para padres y maestros. Son inevitables los problemas escolares, los cambios profundos de carácter, la indolencia, la melancolía y hasta en determinados individuos y ocasiones, la crueldad y la violencia.
Solo la seguridad y la confianza adquirida durante la infancia, con la ayuda de los padres, permitirán al adolescente concluir su desarrollo por el buen camino de la vida.
En muchas ocasiones, en esta etapa los adolescentes empiezan a buscar su propia identidad. También, comienzan a considerarse como algo separado del resto, y con una unidad en sí mismo. Esta búsqueda se inicia en los amigos, con los que se identifica y hacen diferencia de los adultos. Aparece el deseo de imitación de los ídolos, de mostrar sus cualidades atléticas, de competir y eso es bueno. Esta crisis de la identidad, es el principal problema que el adolescente enfrenta.
Pero en esta fase del chico, es cuando los padres tenemos que estar al pendiente de los hijos. En esta etapa es cuando más vulnerable se encuentran, y es fácil que algún amiguito lo introduzca a conocer el mundo de las drogas. Es increíble como en los últimos años ha crecido el porcentaje de adolescentes consumidores de drogas o de algún otro estupefaciente que de un día a otro se ponen de moda, como el tan nombrado Fentanilo. Y obviamente como todos sabemos causan daños irreversibles al organismo, causando en algunas ocasiones hasta la muerte, por las excesivas sobredosis. En muchas ocasiones, los niños que caen en las garras de este vicio, no tienen supervisión de los padres. Son tantos los motivos por la que estos padres no se dan cuenta de lo que sus hijos hacen, una porque están embebidos en el trabajo, o sencillamente, porque nunca se imaginaron que sus tesoros harían tal cosa. Siempre hay que vigilar muy de cerca a los hijos, darse cuenta quienes son sus amigos, a donde van después de la escuela etc. Es aquí, en la escuela, donde los malos compañeros introducen al adolescente a las drogas. Lo peor del caso no es solo que la consumen, sino que comienzan a venderla.
Otras drogas que consumen, son el alcohol, la mariguana, y muchas otras cosas que les causan daños graves al organismo. Algunas drogas alteran seriamente la capacidad de la persona para tomar decisiones y elegir cosas saludables. Los jóvenes que beben, por ejemplo, son mas propensos a participar en situaciones peligrosas, como conducir bajo la influencia del alcohol o mantener relaciones sexuales sin protección.
Hay varias razones que motivan a los jóvenes a consumir drogas, algunos las toman solo por placer, o porque quieren encajar en un grupo. Otros por la influencia de amigos del barrio, quienes intentan convencerles de que las drogas pueden hacerles sentir bien, o que puedan divertirse más si las toman. Otros son ocasionados por problemas o traumas psicológicos que tuvieron desde la niñez, por la desintegración familiar, o divorcio. También, la consumen porque creen que las drogas les ayudarán a escapar de sus problemas. Pero la verdad es que las drogas no solucionan nada.
Es importante tener la autoestima alta y comenzar por amarse así mismo, pensar que, si consumen drogas, acaban con su tranquilidad y la de los seres queridos, pero principalmente se acaba con la salud. He conocido de cerca este problema con un primo de mi esposo. Aún teniendo buenos padres, dedicados a él en todos los sentidos, pero, por las malas compañías, se dedicó al alcohol y a la mariguana. Aún vive con estas adicciones sin oficio ni beneficio. Solo Dios, sabrá hasta cuándo.
Tampoco es que todos los jóvenes en esta edad son drogadictos, también los hay que rechazan estas adicciones, y que están en contra de cualquier tipo de drogas y prefieren dedicarse a practicar deportes, seguir estudiando, e incluso a algún pasatiempo como la música, el baile y muchas cosas más saludables, para de esta manera vivir sano y tranquilos, por un futuro mejor.