¿Quién no ha experimentado ese nudo en el estómago al sentir que esa persona en quien confiábamos nos decepcionó? Solo porque se enteró que su novia era más exitosa en su trabajo, y su sueldo superaba al de él.
Voy a traicionar una confidencia, pero hay algo que deseo expresar. Tengo una amiga, ella tiene una vez más, el corazón destrozado. Ella pensó que su relación con su galán era “exclusiva” pero él tenía otras ideas. Sin embargo, la actitud de mi amiga no era de ira ni rencor con él, después de lamentarse y llorar, simplemente…lo perdonó.
Insiste ella, este hombre, merece la pena. Su falta de consideración era pura pantalla, porque ella sabe que, en el fondo, él realmente la ama, pero era orgulloso.
Les cuento desde el principio. Mi amiga, cuenta: “Cuando conocí a este novio, no me gustó en absoluto, porque, primeramente, era de otra nacionalidad, pero cuando empezamos a hablar, me sentí muy bien, y descubrí que es una persona encantadora. Y ese sentimiento no ha dejado de crecer. Al principio no podía imaginar que estaba enamorada, porque lo que sentía no se parecía a lo que había experimentado con mis otras relaciones (que fueron cuatro sin éxito) tardé mucho en darme cuenta que lo que sentía por él era lo más profundo que había experimentado. Pero él no correspondía en lo absoluto con mi idea de compartir mi vida con él. Él fue mi gran amor, a pesar de todo lo que pasó”.
Pero bueno, ¿y cuál fue el motivo de la separación? es que mi amiga es una mujer profesional, inteligente, hábil y exitosa en su trabajo, se mantiene sola, todo le va muy bien, excepto en el amor.
Y que conste que no hablo de una persona adicta a “hombres problemas” ni que inconscientemente busque la infelicidad. Se trata de esta mujer cuerda, normal, razonable, que radicalmente por sentimiento une a dos desconocidos, con hábitos e intereses diferentes. Todo iba bien en la relación. Disfrutaron mucho juntos. Conversaban, fantaseaban, iban de compras, pasaban juntos cuando podían, y tantos etcéteras que suman todo un mundo de experiencias compartidas. Ella dice que fue muy importante todas esas cosas junto a él. Necesitaban gran atención mutuamente porque el amor se apaga si no se cuida.
Un día, su amado se enteró que ella tenía un sueldo que superaba al de él, según ella, desde ese día cambió totalmente, en el sentido de que ya no fue más generoso con ella ni con su familia. Un día fueron a cenar a un restaurante con la mamá de ella, al pagar la cuenta, pagó solo la de ellos dos, y no la de la mamá. Mi amiga le preguntó “¿por qué haces esto?. Él replicó “págalo tú, tú tienes más dinero que yo”. Como era de esperarse ella se sintió muy mal, se resintió, y ese fue el comienzo del rompimiento.
Ella me comentó después, que su novio, ya estaba bastante inconforme con la relación. ´Él le decía que le dedicaba demasiada energía a su trabajo, que a veces no tenían tiempo de estar juntos. Dice ella, que no puede echarle la culpa al trabajo de su fracaso amoroso.
Quizás algunas mujeres acepten relaciones amorosas deficientes porque al nivel subconsciente, saben que no tienen futuro.
Esto es cierto, sobre todo entre las mujeres que han alcanzado el éxito profesional. Lo cierto es que, los hombres son incapaces de tener una relación seria con mujeres que tienen más éxito que ellos.
Yo creo que el término de “mujer exitosa en su trabajo” no debería ser contradicción, se puede crear un balance entre la vida profesional y la amorosa. Sin balance, se hace muy difícil crear una relación satisfactoria, o sentirse valorada y respetada.
Ella cree que el amor no interfiere con el éxito profesional, sino todo lo contrario. Cuando se siente amada, se siente más fuerte, competente y segura, no solo como mujer, sino también como profesional. Piensa que él no la llama ni la busca, solo porque es muy orgulloso y testarudo, que la ama y ella también.