Dos ángulos de una carta: Por un lado, el de Delia Quiroa, de la desesperación, y, por el otro, el de AMLO, el cinismo.
La semana pasada, Delia Quiroa Flores Valdez, vocera de varios colectivos de madres y familias que buscan a personas desaparecidas en Tamaulipas, pidió “tregua” a los principales carteles de la droga en el país. A través de un documento, buscaron de forma directa a los líderes de las organizaciones criminales para hacerles llegar la petición. Fijaron un plazo de 15 días para dar respuesta a este pacto de paz.
Si los narcotraficantes no reaccionan, expresaron, buscaremos a los jerarcas de la Iglesia Católica de México para solicitar apoyo. “Lo único que queremos es saber qué les pasó a nuestros familiares desaparecidos y que, en caso de que hayan fallecido, tengan acceso a un sepulcro digno para honrar su vida en este mundo”, expresa la carta llena de realidades.
“Ustedes y nosotros tenemos algo en común, somos abusados por nuestro gobierno. Víctimas e imputados, nos vemos obligados a realizar trámites judiciales que son una tortura interminable además de muy costosos, y quienes sufren todo esto son nuestras familias” señala el documento que se puede apreciar por YouTube.
En esta triste realidad de las familias que viven la desaparición de sus seres queridos sin tener información. El eslabón más frágil, porque está mohoso, es el sistema de procuración e impartición de justicia, en donde las autoridades involucradas, fiscalías y tribunales, son ineficientes por convicción y, además, corruptas. Las madres buscadoras viven un calvario todos los días.
De acuerdo con los datos de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, en los últimos cuatro años se han localizado 2 mil 710 sitios con restos humanos enterrados de manera ilegal en el país. Veracruz tiene 323 fosas clandestinas, les sigue Colima con 305, Sinaloa con 246, Guerrero con 229, Michoacán con 213, Guanajuato con 154 y Tamaulipas y Nuevo León con 145 cada uno.
El número de personas desaparecidas asciende a 110 mil, aunque las activistas calculan 550 mil. El Estado de México, Michoacán, Puebla, Tlaxcala y Querétaro son quienes tienen mayor número de registros de desapariciones. El tema es que no hay una política clara, ni recursos focalizados, para la búsqueda ni de muertos ni de vivos y por supuesto en contra de la violencia. Por eso las buscadoras están desesperadas.
El pacto solicita tres compromisos:
1. Respeto a un sepulcro digno para las personas fallecidas, en aras de erradicar la desaparición de personas en México
2. Respetar la vida y el libre tránsito de las madres, familiares y colectivos de víctimas durante la búsqueda de sus familiares en cualquier parte del territorio mexicano
3. El cese de los conflictos armados, a menos que sea en el ejercicio del uso del derecho constitucional a la legítima defensa
Andrés Manuel López Obrador respaldó este pacto de paz: “Todo lo que signifique hacer a un lado la violencia, lo apruebo, y eso no tiene que ser por demanda sólo de la autoridad, sino es por decisión de los mismos integrantes de estas bandas”, declaró.
“¿Un pacto con los grupos del crimen organizado?», le preguntaron los reporteros y contestó: «Que no actúen con violencia, claro que sí, si ese es el planteamiento, exhorto a que no actúen de manera violenta, claro».
Y pues es aquí donde está el otro ángulo de la carta. El presidente no es capaz de reconocer la incapacidad de su gobierno ante el narco. Prefiere pactar a enfrentarlos. Ellos (los grupos) hacen de la violencia su herramienta de trabajo para el dominio de territorios para el tráfico de drogas. No hay narcos buenos, ¿usted cree que se van a abrazar?
¿Pactar con quienes reclutan a inocentes, secuestran, torturan y asesinan? AMLO se burla de las activistas. O hay complicidad del gobierno con ellos, o de antemano no pueden combatirlos, o ambos.
En respuesta a AMLO, Delia Quiroa agradeció y valoró su apoyo, pero le dijo “El problema es que las instituciones no están funcionando y ya no sabemos qué hacer para que hagan su trabajo. (…) Si no quiere reunirse conmigo por las diferencias que hemos tenido, no pasa nada, pero atienda a las madres de nuestro colectivo y a las madres que no están en ningún grupo. Las que andan solas son las que sufren más y están siendo muy maltratadas por la mayoría de las autoridades”, expresó.
Los invito a visitar el Facebook de Delia Quiroa para que aprecie el calvario que ella y otras activistas viven en la lucha por tener información y apoyo para encontrar a sus familiares desaparecidos. En un post señalan “si los matas no los desaparezcas, déjalos donde los encontremos, si algo te debían con su vida, ya pagaron”.
Leticia Treviño es académica con especialidad en educación, comunicación y temas sociales, leticiatrevino3@gmail.com