El Gobierno de Rusia negó este miércoles (22.05.2024) que tenga planes de revisar su frontera, aguas territoriales y zona económica en el mar Báltico después de que un documento del Ministerio de Defensa ruso sobre la actualización de las coordenadas de la frontera marítima causara una gran inquietud entre sus países vecinos.
«No hubo ni hay planes de revisar la anchura de las aguas territoriales, la zona económica, la plataforma continental frente a la costa continental y la línea fronteriza estatal de la Federación Rusa en el Báltico», informó una fuente diplomático-militar a las agencias locales. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, puntualizó que esta decisión no tenía «nada político”.
El Ministerio de Defensa ruso publicó el martes en el portal de información jurídica del Gobierno un documento con la propuesta de actualizar las coordenadas de la frontera en el mar Báltico, que baña también a Finlandia, Suecia, Dinamarca, Estonia, Letonia y Lituania. El texto precisaba que las coordenadas de los puntos geográficos son las que definen las líneas de las que depende la anchura del mar territorial de Rusia en el Báltico y éstas no se corresponden plenamente con los datos actuales.
Estos cambios afectarían a partes del mar Báltico entre Lituania y el enclave ruso de Kaliningrado que se han establecido como territorio marítimo lituano.
«Acción de escalada”
Pese al desmentido, los países fronterizos se toman con preocupación la noticia. El presidente de Letonia, Edgars Rinkēvičs, afirmó que la revisión de las fronteras sería una «acción de escalada” por parte de Rusia. En tanto, el ministro lituano de Asuntos Exteriores, Gabrielius Landsbergis, calificó las informaciones «de una escalada evidente contra la OTAN y la UE, y debe recibir una respuesta adecuadamente firme».
Para él, «otra operación híbrida rusa está en marcha, esta vez intentando sembrar el miedo, la incertidumbre y la duda sobre sus intenciones en el mar Báltico». Cerca de Finlandia, los rusos también pretenden desplazar la frontera marítima al este del golfo del país nórdico. Por ello, el presidente finlandés, Alexander Stubb, señaló en la red social X (Twitter) que las autoridades de su país están analizando la información aparecida en los medios de comunicación rusos para comprobar su veracidad. «Finlandia está actuando como siempre: con calma y basándose en los hechos”, escribió Stubb.
El ministro de Defensa de Lituania, Laurynas Kasčiūnas, también declaró a los periodistas que Rusia pone a prueba a los países bálticos y a sus aliados en una aparente reacción a lo que denominó el cambio en el equilibrio de poder en torno al mar Báltico con la adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN. El hecho de que el Báltico parezca haberse convertido en un mar interior de la OTAN ha provocado que Rusia «tome extrañas decisiones y provoque», afirmó Kasčiūnas.
El jefe de las Fuerzas Armadas suecas, Micael Bydén, por su parte, dijo al grupo mediático alemán RND que Moscú tenía ambiciones territoriales en el mar Báltico. «Estoy seguro de que Putin tiene puestos sus ojos en (la isla sueca de) Gotland”, dijo Bydén. «El objetivo de Putin es ganar el control del mar Báltico”, añadió.