Al menos siete palestinos han muerto este martes en enfrentamientos con soldados israelíes durante una redada del Ejército israelí en el campo de refugiados de Yenín, en el norte de Cisjordania. Además, nueve más han resultado heridos, dos de ellos en estado grave, según las autoridades palestinas.
La operación se produce al día siguiente de que el fiscal del Tribunal Penal Internacional pidiese órdenes de detención internacional contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, su ministro de Defensa, Yoav Gallant, y los tres máximos responsables de Hamás por crímenes de guerra y contra la humanidad.
El presidente de EE UU, Joe Biden, salió en defensa de Israel y tachó de “escandalosa” la petición del fiscal, además de rechazar que Israel esté cometiendo un genocidio en Gaza. La decisión del fiscal del TPI causó indignación en Israel. “¿Cómo se atreve a comparar a Hamás, que asesinó, quemó, masacró, decapitó, violó y secuestró a nuestros hermanos y hermanas, con los soldados israelíes que luchan en una guerra justa como ninguna otra?”, cuestionó Netanyahu. Hamás, por su parte, afirmó que la petición llega “siete meses tarde”.