Las autoridades de Brasil han rescatado hasta el momento a 82.666 personas y 12.215 animales tras las graves inundaciones que han devastado la región sur del país, según informó este sábado (18.05.2024) la Defensa Civil.
Según el último balance de víctimas, se han registrado por el momento 156 muertes, una más con respecto al 17 de mayo, y 806 personas heridas, mientras que el número de desaparecidas bajó a 94, cuatro menos que en la víspera.
Las inundaciones, lluvias torrenciales y deslizamientos de tierra han causado estragos en el 90 % de los municipios del estado de Rio Grande do Sul, una importante región agropecuaria e industrial en el sur de Brasil con una población de 11 millones de habitantes.
Aún hay barrios enteros de algunas ciudades de Rio Grande do Sul, el estado más castigado por la tragedia climática, que siguen anegados por el agua dos semanas después de un temporal sin precedentes que se prolongó por varios días. Hay 2,3 millones de personas damnificadas en esta región fronteriza con Uruguay y Argentina, de las que unas 620.000 tuvieron que abandonar sus hogares y marcharse a albergues o las casas de sus parientes.
El Gobierno de Rio Grande do Sul anunció el 17 de mayo la construcción de cuatro «ciudades temporales» en las de Porto Alegre, Canoas, São Leopoldo y Guaíba para albergar a los miles de personas afectadas.
Porto Alegre, la capital regional, sigue parcialmente inundada, con su aeropuerto internacional fuera de servicio por lo menos hasta septiembre y el centro histórico anegado, aunque en los últimos días ha comenzado a bajar el nivel del río que baña la ciudad, dando un respiro a sus habitantes.
Desde el inicio del desastre, la Administración del presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha anunciado un amplio paquete de ayudas económicas, que incluye subsidios, créditos en condiciones favorables y el perdón de la deuda de Rio Grande do Sul con el Tesoro por los próximos tres años.